"Esto no se ha hecho de la noche a la mañana, tenemos una historia en la que se han ido sumando capítulos y este es uno más", dice Angelita Dueñas tras el éxito del Club Deportivo Pozoalbense. Ella fue la primera presidenta que tuvo el club. Hace unos años le cedió el testigo a Eva Navarro, aunque todavía continúa dentro del organigrama. “Fue hace diecisiete años: vinieron a nuestra casa unas chavalas que querían jugar al fútbol. Las había mandado mi hijo Pablo. Sabía que él lo tenía ya todo programado. Así entró el fútbol femenino en mi casa hace diecisiete años y desde entonces sigue aquí, pues seguimos viviéndolo como el primer día con los partidos, los fichajes, las reuniones de la directiva...".

El fútbol femenino irrumpía de esa forma en la casa de Angelita y Agustín, padres del actual presidente de la RFAF y vicepresidente de la RFEF, Pablo Lozano, quien fue el promotor del nacimiento de este club. Hoy el fútbol femenino está en casi todas las casas de Pozoblanco y Los Pedroches. La gente sigue lo que hacen "las niñas del fútbol", como las llaman cariñosamente.

El pasado 28 de febrero, el Pozoalbense se proclamaba campeón del grupo Sur A de la Reto Iberdrola y ahora espera caminar con éxito en su próximo reto, conseguir el ascenso de categoría: la Primera Iberdrola. Es la culminación de una trayectoria marcada por la tenacidad y la superación.

La historia del fútbol femenino no es nueva en Pozoblanco, pues este año celebra sus bodas de plata. No arrancó con el Pozoalbense, sino que nació en la Escuela de Fútbol Base de Pozoblanco, que hace 25 años optó por inscribir y federar a un equipo. Fue el primer conjunto femenino de fútbol que se federó en Córdoba. Vidal Caballero y Manuel Galán estuvieron al frente de una aventura que solo duró unos años. Por aquel tiempo, el deporte en Pozoblanco estaba en todo lo alto: el Prasa Pozoblanco lograba el ascenso a Liga Asobal, el baloncesto a Liga EBA y el CD Pozoblanco era campeón de la Tercera División. En ese ambiente surgió el fútbol femenino. No fueron años fáciles, pues nadie le echaba muchas cuentas. Sin embargo, ese fue el germen de lo que vino después.

La directiva del Pozoalbense, las jugadoras y Pablo Lozano, presidente de la RFAF, en la Diputación Provincial recibiendo el homenaje institucional por el título de campeonas.

La capitana Soraya

Soraya, Raquel, Laura, Manoli, las Mellizas, Esther y muchas jugadoras más, después de esa mini aventura en la Escuela de Fútbol Base, acudieron a Angelita y se enfundaron la camiseta blanca con ribetes azules del Pozoalbense. Los inicios no fueron sencillos. Pasaron muchos partidos y el equipo no hacía un gol. Llegaban a portería pero el balón no quería entrar. "Estas muchachas no hacen un gol", decían los pocos aficionados que acudían a sus encuentros. Normalmente las madres de las jugadoras y algún padre que otro.

Quedaba mucho camino por recorrer. Fueron llegando nuevas jugadoras al conocerse que en Los Pedroches las niñas y mujeres podían jugar al fútbol en un club de Pozoblanco. En estos 17 años el club ha tenido jugadoras de los 17 pueblos que conforman el valle de Los Pedroches. Las madres de las jugadoras se implicaron siempre muchísimo, como reconoce Angelita. "Las madres que venían a apuntar a sus hijas al equipo llegaban al principio como avergonzadas de que a sus chicas les gustara jugar al fútbol, pues parecía que era una cosa de hombres ser futbolista. Sin embargo, cuando se integraban eran felices, ayudaban y, sobre todo, disfrutaban de ver a sus niñas en el campo jugando un partido o entrenando", relata.

La capitana del equipo era Soraya, quien lució el brazalete durante catorce temporadas consecutivas. Vivió los momentos iniciales y la ascensión de un club. Ella era la capitana total pues lo organizaba todo. Hacía hasta los bocadillos la noche de antes del partido y acarreaba las latas de Aquarius. Soraya y las jugadoras que iban siendo más veteranas eran las que fueron enseñando a las nuevas que llegaban al club. Algunas con mucho talento. Hasta quince jugadoras del Pozoalbense han sido convocadas con la selección andaluza y una de ellas, Juani Torres, con la española.

Llegan los ascensos

El club fue abriendo sus fronteras y conservando siempre otro equipo de base. Manuel Fernández y posteriormente Alberto Dueñas subieron al equipo senior a categorías más altas, y en la 2017/18 el actual técnico, Fernández, lograba el ascenso a liga Reto Iberdrola, que viene a ser la segunda división del fútbol femenino.

En ella ha logrado meterse en los play off de ascenso tras conquistar el campeonato en su grupo. Todo ha sido como un sueño, según cuenta Angelita: "Todavía es como si escuchara llamar a la puerta y aparecieran aquellas jugadoras con un balón y muchas ganas de ser futbolistas".

Ha costado pero el fútbol femenino se ha convertido en uno de los deportes preferidos de Pozoblanco, cuyos habitantes dicen con orgullo dice que tienen al club femenino que más lejos ha llegado en la provincia de Córdoba. Posee un equipo lleno de talento, un entrenador con un futuro prometedor y una historia fantástica. Detrás de esas mujeres que vistieron la camiseta del Pozoalbense hay unas historias de superación, de dificultad, de esfuerzo continuo y de compañerismo. No se rindieron y cumplieron su sueño: jugar al fútbol, un deporte que parecía ser de solo de hombres cuando esta aventura se iniciaba.