Tras la resaca de la clasificación del Ángel Ximénez para la Copa del Rey y los puntos conseguidos frente al Cuenca, en el partido de liga del pasado miércoles, pontaneses y conquenses volverán a enfrentarse este sábado a partir de las 18.30 horas en Cuenca. El partido de la Asobal de balonmano le servirá de revancha a los conquenses. Los pontaneses buscarán mientras una victoria que les daría virtualmente la permanencia cuando todavía falta un mundo para finalizar la temporada. El partido será dirigido por los mundialistas García Serradilla y Marín Lorente.

El peor enemigo de los de Paco Bustos en estos momentos podría ser el exceso de euforia por lo conseguido el pasado miércoles. Una victoria de los pontanos significaría aspirar a algo más que la mera permanencia a partir de ahora. Nadie duda de lo complicado que se presenta este choque en tierras manchegas, pues allí nunca ha ganado el Ángel Ximénez, si exceptuamos el Trofeo de San Julián, celebrado en el mes de agosto de su segunda temporada en Asobal.

Un rival de calidad

La plantilla del Incarlopsa Cuenca tiene una calidad fuera de toda duda y además con fondo de armario. Es por ello un rival de los más complicados de la Asobal, aunque los resultados no les hayan acompañado como ellos esperaban en la presente campaña. Incluso en su feudo ha sufrido algún que otro disgusto. A estos datos se puede agarrar el equipo pontanés para aprovechar el buen momento de juego y resultados que está atravesando desde el último partido de la primera vuelta, habiendo encadenado cuatro partidos consecutivos con resultados positivos frente a Cisne, Villa de Aranda, Cantabria Sinfín y Cuenca.

La victoria del Ángel Ximénez llegará si no tiene pérdidas de balón, es efectivo en los lanzamientos claros y aporta la portería y la defensa, lo cual no es descubrir nada pero es la realidad.

El técnico pontanés, Paco Bustos cree que será “un partido extraño por las situaciones que marca la vida, pues repetimos rival tres días después, en su casa y habiéndonos llevado nosotros la clasificación para la Copa del Rey”. El entrenador cordobés quiere “imponer nuestro ritmo sobre el suyo porque juegan muchísimo más rápido que nosotros y nos pueden traer muchos problemas".