Conforme avanzaban los minutos, las caras de los jugadores del Córdoba CF expresaban mucho de lo que se vivía sobre el césped del BeSoccer La Condomina. Pero hubo un gesto más que significativo que resumía perfectamente el sentir de la expedición blanquiverde tras el encuentro y también durante el mismo, con los que vestían la elástica cordobesista.

Ya se había topado el Córdoba CF con el palo y con el portero universitario, pero en esta ocasión, los visitantes engarzaban una buena jugada (otra más) para finalizar el balón en el pie de Javi Flores, algo escorado a la derecha del arquero rival. El capitán, en lugar de disparar lo más potente posible, levantó la cabeza y le dio con el interior al segundo palo. Biel Ribas anduvo ágil y protagonizó una gran estirada, desviando el balón con la izquierda.

[Así hemos vivido el partido]

Nada más ver la mano del portero rival, Javi Flores se llevó primero las manos a la cabeza, se giró luego y extendió los brazos, cruzándolos alternativamente como dando a entender que debían dar por terminado el partido, que no había nada que hacer. Tras este hubo otros gestos parecidos: de Willy Ledesma -autor del gol del empate-, de Piovaccari o de Thierry Moutinho.

Mientras que en otros partidos el Córdoba CF ha sumado los tres puntos quizá con lo justo, ante el UCAM Murcia mereció ampliamente sumarlos, pero se quedó en solo uno. La frustración, tanto durante el encuentro como al final del mismo, era evidente.