Los focos tras el Alcoyanazo, obviamente, se pusieron en los dos grandes protagonistas de la heroica eliminatoria del equipo alicantino ante el todopoderoso Real Madrid: el portero José Juan y el goleador Juanan. Sin embargo, hubo un personaje que pasó más desapercibido y que tuvo una cuota importante de responsabilidad en la resurrección del Alcoyano en la segunda parte y durante la prórroga. Fue Julián Cerdá Vicente, Juli, otro veterano (39 años) en las filas del matagigantes mediterráneo. Juli militó en el Córdoba CF en una única temporada en Segunda, la 2016-17, aunque dejó un regusto más que positivo en la afición, más allá de su relevante aportación ofensiva.

Ayer, en El Collao, el mediapunta de Alcoy salió al campo 15 minutos después del descanso, justo cuando el partido ante el Real Madrid fue cambiando de color. De sus botas nacieron dos saques de esquina lanzados de forma brillante que, por muy poco, no significaron ya el empate a uno. La igualada llegó en el 79’, obra de Solbes, y desde entonces Juli se puso el mono de trabajo y desempeñó un papel fundamental no solo en ataque, sino también en el increíble trabajo coral y solidario del Alcoyano para defenderse del equipo de Zidane.

Más si cabe cuando en el 110’ el equipo alicantino se quedó con un jugador menos. El tanto de la victoria fue obra de Juanan, que firmó con letras de oro su nombre en la historia del fútbol español. El pase fue de Diakité, tras un control de película de Antón. Pero, alejado de la primera plana, el excordobesista Juli, todo pundonor con la camiseta del club de su ciudad, se llevó una de las grandes alegrías de una carrera, por otro lado, muy dilatada. “Mi sueño era llegar al final vivos, por unas horas los alcoyanos han podido olvidar los problemas, la situación tan complicada por el coronavirus”, explicó, radiante, al término del partido en la Cadena SER. Un epílogo brillante.