El Córdoba CF disputó ayer un encuentro contra su filial en El Arcángel a modo de ensayo general ante las ideas que pretende inculcar Pablo Alfaro a su equipo. Si el miércoles tocaba media sesión de entrenamiento, ayer correspondía encuentro contra el segundo equipo cordobesista.

Ante los más jóvenes Alfaro debió adaptarse a las circunstancias. No dispone de De las Cuevas, ni de Willy Ledesma, tampoco de Thierry Moutinho ni Alain Oyarzun. Estos dos últimos no han entrenado durante toda la semana, con lo que solo dispondrán, en el mejor de los casos, de la sesión de hoy y de la de mañana, previa al encuentro ante el CD El Ejido.

Ante la contingencia, Alfaro dispuso un once en el que la banda izquierda estaba compuesta por Alberto Espeso y Luismi Redondo, pero luego varió. Mantuvo al asturiano en la defensa, desplazó temporalmente al joven delantero a la mediapunta e introdujo a Jesús Álvaro por delante de Espeso. Así discurrió toda la segunda parte, con Berto Espeso como lateral y Jesús Álvaro como interior. No sería la primera vez que el canario actúa en esa demarcación. Ya la pasada temporada, en la visita del Córdoba CF a la Balompédica Linense, jugaron como laterales Raúl Cámara y Fernández, con lo que Jesús Álvaro se desempeñó en el puesto de interior. De hecho, fue posiblemente uno de los partidos más aceptables del jugador blanquiverde en la 19-20.

Posiblemente fue el detalle más importante del encuentro de ayer entre el conjunto blanquiverde y su filial, aparte de que Alberto Salido disputó los 90 minutos del mismo. Primero, como mediapunta, detrás de Piovaccari, y cuando fue sustituido el italiano, actuando en la punta de ataque. La baja de Willy Ledesma le puede dar la oportunidad, aunque sea en el último partido liguero del año, de reivindicarse, ya que es, con diferencia, el jugador más alejado de la competición de la plantilla blanquiverde.

Mientras tanto, Alfaro ya tiene sus opciones para la zurda en el duelo ante El Ejido.