El del próximo sábado en el Jesús Navas se presenta para el Córdoba CF como uno de esos tantos partidos trampa que habrá durante la temporada. El filial sevillista está cuajado de gente joven, corta de experiencia y, además, se encuentra en el sótano de la clasificación. Su situación en la tabla se debe, principalmente, a su falta de efectividad en ataque. De hecho, entre Primera, Segunda y los cuatro grupos de Segunda B, el filial hispalense y el Badalona son los equipos que menos goles llevan anotados, uno cada uno en los 450 minutos de competición disputados. Pero ese tanto, obra de Mena, sirvió a los de Gallardo para sumar los tres puntos en un campo tan complicado como el Cartagonova. Cierto que el Cartagena se volcó en la segunda parte y probablemente mereció, al menos llevarse un punto, pero lo más cerca que estuvieron los cartageneros del gol fue un lanzamiento al poste del exblanquiverde Quim Araújo. Así, ese único gol que ha celebrado el filial sevillista en lo que lleva de Liga le mantiene igualado a puntos con el Recreativo Granada, situado en el último puesto que da derecho a mantener la categoría. Por lo tanto, uno de los retos de este Córdoba, el próximo sábado, es mantener a Mena como único pichichi del filial sevillista, con un gol.

Si el segundo equipo del Sevilla, junto al Badalona, es el menos goleador de las tres primeras categorías del fútbol español, metiendo todas las categorías nacionales, es decir, Tercera, no mejora en mucho los guarismos, ya que se queda en el segundo lugar. Otros nueve equipos de Tercera solo han llegado a anotar un solo gol en este arranque liguero: el Arenteiro, del grupo gallego; el Somorrostro, del grupo vasco; el Acero y el Artzeneta, del grupo valenciano; el Villaverde San Andrés, del grupo madrileño; el Plus Ultra murciano, el Subiza Cendea de Galar navarro, La Calzada riojano y el Almudévar aragonés. Todos ellos han sumado, como el filial sevillista, un solo gol en las primeras cinco jornadas ligueras y solo un equipo, en todas las categorías del fútbol nacional, aún no sabe lo que es festejar un tanto, el Bupolsa, del grupo castellano-leonés.

EL BUPOLSA, A CERO / Este equipo, que toma su nombre la empresa Burgalesa del Poliéster -aunque está respaldado económicamente ahora por un concesionario de automóviles- no ha anotado aún ningún tanto en las seis jornadas que ha disputado y ha encajado nueve goles, por lo que es el colista del grupo 8 de Tercera División. Su campo está situado en Burgos y su único resultado positivo, hasta ahora, fue un empate logrado en Almazán, que está situado en las cercanías de los puestos de eliminatorias de ascenso a Segunda División B.

A pesar de ir como colista, no parece perder el optimismo el joven club castellano, fundado hace algo más de una década y media y que llegó a actuar alguna temporada como filial del Burgos. En la segunda jornada liguera recibía en su campo de San Amaro, de césped artificial, al filial del Salamanca UDS, ganando los charros por la mínima (0-1). Como al perro flaco todo son pulgas, cuando apenas llevaban disputados algo más de 30 minutos de partido, dos de los jugadores locales chocaron entre sí y el técnico del Bupolsa tuvo que realizar dos cambios cuando aún restaba casi una hora de juego. La desgracia se la tomaron los burgaleses con humor, ya que en la crónica de su propia página web titularon: «Nos llevamos los tres puntos, pero de sutura».