Donde no hay Mata... (1-2)

Poco más de 4.000 fieles se dieron cita en El Arcángel para ver si el Córdoba salía en Copa con maquillaje, vestido diferente y, más que con el «truco o trato» en la boca, con un intento de convertirse en el equipo que no es. Simplemente con eso hubiera sido diferente y suficiente. Pero se ve que en esta ocasión, a diferencia de lo que ocurrió en Elche (un suceso con muchos asteriscos aquél), el Córdoba fue el Córdoba. Vamos, el equipo de esta temporada, un conjunto que intenta tocar con algo de criterio el balón en mediocampo, con menos llegadas que el aeropuerto de Castellón y con una desesperante, por constante, muerte en la línea de tres cuartos.

Si delante existe un equipo como el Sporting, con más dudas que un bolero, puede darle para arrancar un punto. Si, por el contrario, se le opone un equipo con cierto nivel competitivo, orden y convicción, pasa lo que ocurrió anoche, que un Getafe casi a medio gas termina llevándose el partido y prácticamente la eliminatoria a falta del trámite de principios de diciembre.

El partido, en líneas generales, tuvo un tufillo a amistoso que dio en la nariz salvo en el cuartito de hora del primer acto en el que el Córdoba manejó bien el balón, aunque con la misma dificultad de siempre: nadie en el área, ausencia de remate y lanzamientos desde 30 metros para finalizar jugada... Y para justificarse, que todo hay que decirlo.

Cómo andará de hombres en el área y de remates dentro del área este Córdoba de Sandoval que el gol que hizo se lo tuvo que rematar Bruno, el central del Getafe, a centro de Quezada. Porque si no, nada había que hacer. En cualquier caso, parecía menos relajado el conjunto blanquiverde que el Getafe, que se encontró, en la última jugada del primer tiempo con un regalo de Jesús Valentín en forma de penalti, precisamente sobre Bruno. Jaime Mata rehízo la igualada en el marcador y dejó todo pendiente de un segundo acto en el que, simplemente, ocurrió lo que quiso que ocurriera el Getafe. Los de Bordalás no recibieron ningún disparo a puerta en 45 minutos (tampoco es que en el primer tiempo tuvieran mucho trabajo en ese aspecto, con un solo lanzamiento) y sumaron las ocasiones que necesitaban, las que necesitan para llevarse el partido, cerca de media docena.

Mientras, el Córdoba se perdía una y otra vez en aspectos que resultan cada vez más desesperantes: algún cambio más que incomprensible, algún jugador que merecería entrar, al menos, en convocatoria en Liga (Quezada, por ejemplo) y la eterna permanencia en fuera de juego de Jovanovic. Si Mata ya era un toro difícil de lidiar, la entrada de Ángel terminó de descontrolar la zona entre los centrales y los mediocentros blanquiverdes. Al final, un gran pase de Ángel a Mata suponía el segundo tanto de los azulones, prácticamente el cierre de la eliminatoria y la sensación de que a este Córdoba se le quedan cortas las soluciones tácticas (una, un equipo más adelantado). Y también quedó claro que donde no hay Mata...

Ficha técnica:

Córdoba: Marcos Lavín; Loureiro, Jesús Valentín (Aythami, min. 80), Álex Quintanilla, Luismi Quezada; Bambock, Blati Touré, Quim Araujo; Jovanovic (Sebas Moyano, min. 68), Alfaro y Erik Expósito (Piovaccari, min.64).

Getafe: Chichizola; Damián Suárez, Bruno, Djené, Cabrera; Portillo, Cristóforo (Ángel, min. 80), Maksimovic, Iván Alejo (Robert Ibáñez, min. 61); Mata y Sergi Guardiola (Gaku, min.68).

Árbitro: Cuadra Fernández (Comité Balear). Amonestó con tarjeta amarilla a los locales Loureiro, Jesús Valentín, Alfaro, Jovanovic y Luismi Quezada y al visitante Djené.

Goles: 1-0, min. 25: Bruno, en propia puerta. 1-1, min. 45: Mata, de penalti. 1-2. min. 90: Mata.

Incidencias: Partido de ida correspondiente a la ronda de dieciseisavos de final de la Copa del Rey, disputado en el Estadio Municipal El Arcángel ante 4.129 espectadores.