Dejó de ser un santuario

Santo Domingo ha dejado de ser inexpugnable. Desde luego, el Alcorcón ya dio muestras en las últimas temporadas de que sus encuentros en casa iban perdiendo ese aire de inaccesibilidad que rodeaba al campo alfarero cuando había que girarle visita.

Una fama ganada a pulso, ya que en su primera temporada en Segunda, la 2010/11, los amarillos habían sumado 34 puntos en casa en las primeras 28 jornadas. De aquellos 15 encuentros se impusieron en 11 y empataron uno. En la siguiente campaña alcanzaban los 29 puntos en casa tras los dos primeros tercios de Liga, gracias a ocho triunfos, cinco empates y dos derrotas, mientras que en la 2012/13 elevaban el listón hasta los 32 puntos en 13 partidos, merced a diez victorias y dos empates.

En la actualidad, el equipo de Julio Velázquez ha jugado 13 encuentros en casa, con cuatro victorias, siete empates y dos derrotas, 12 goles a favor y ocho en contra, para sumar 19 puntos, la segunda peor cifra desde que el alfarero es equipo de Segunda y sólo superado por los paupérrimos 14 puntos (en 13 partidos) de la 2013/14.

La pasada temporada sumaban siete puntos más que en la actual, 26, después de 14 encuentros en los que los amarillos se impusieron en siete, empataron cinco y perdieron sólo dos. Eso sí, uno de esos dos encuentros en los que terminaron doblando la rodilla fue, precisamente, ante el Córdoba, con gol de Alejandro Alfaro.

En su línea de ceguera ante la portería rival, en la actual campaña sólo ha anotado 12 goles en los 13 encuentros que ha jugado en casa, aunque también ha recibido pocos, sólo ocho. Pero a pesar del guarismo defensivo, el Alcorcón ha dejado claro este año que Santo Domingo ya no es un santuario.