La visita del Lucena al histórico Ramón de Carranza siempre es un atractivo para la plantilla y seguidores celestes desde que el Cádiz camina por el purgatorio de la Segunda B, pero en esta ocasión parece que la afición lucentinista apenas se va a dejar notar en la Tacita de Plata, ya que su equipo apenas le está dando motivos para ilusionarse.

La semana en el seno del Lucena ha sido un tanto convulsa tanto en lo deportivo como en lo económico e institucional, toda vez que el lunes la directiva que preside Eduardo Bouzón, anunciaba a la plantilla y cuerpo técnico la dificultad para cumplir los compromisos de pago, con lo que los dirigentes pidieron un esfuerzo a los profesionales para bajarse sus escasos emolumentos sin que por el contrario haya fecha para cobrarlos. La próxima semana se aprobarán los presupuestos municipales de 2.015 y en ese momento se sabrá si finalmente el PSOE y PP apoyan al Lucena, ya que IU ha anunciado que se va a negar a la ayuda. En caso de eliminarse la subvención, Bouzón ha anunciado que no quedaría otro remedio que presentar el preconcurso de acreedores.

Con estos problemas, es muy difícil de plantear con optimismo el desplazamiento más arduo de toda la temporada. Para colmo, el entrenador del Lucena, Juan Arsenal, ha tenido que convocar a 17 futbolistas. Serán duda hasta el último momento Sarmiento y Poley. Además, se quedan en tierra Santacruz y Chirri, Villanueva y Vega.

El Cádiz, pese a ser el equipo más poderoso de la categoría con un presupuesto de 3,5 millones de euros frente a los 300.000 euros del Lucena, no está demostrando su poderío en los terrenos de juego, de ahí que haya sido cesado su entrenador, Antonio Calderón, quien ha sido relevado por Claudio Barragán, un viejo conocido por los lucentinistas, porque hace tres temporadas ascendió con la Ponferradina tras eliminar al Lucena.

CON OPTIMISMO Por su parte, el Córdoba B platea con optimismo la visita al Arroyo, un club cuya directiva está formada en exclusiva por mujeres y que el año pasado logró la salvación en la última jornada en El Arcángel. Esta temporada le va poco mejor y ya anda en los puestos de descenso tras encajar 6 en Lorca. Sin embargo, y aunque la victoria volvería a meter al filial de lleno en la lucha por la clasificación, José Antonio Romero, el entrenador de los canteranos, cree que el conjunto extremeño es "muy fuerte en su campo y, además, herido. Querrá reivindicarse con la máxima ambición espero un partido comprometido. Ellos nos consideran un rival directo". El segundo equipo cordobesista, con las bajas sensibles de Florin y Dani Hernández, tocados, además de César Morgado, que cumple ciclo de amonestaciones, busca su tercer partido consecutivo sin hincar las rodillas.