El Lucena no pudo sacar nada positivo del Alvarez Claros de Melilla y cayó derrotado ante un rival directo, ahora se coloca a un solo punto de distancia en la clasificación, por la mínima con un solitario gol de Nacho Aznar encajado en el primer tramo de la segunda parte. El Lucena no completó un buen encuentro y mostró su habitual cara cuando actúa como visitante, con poca ambición y sin ninguna alegría en ataque. El Melilla no demostró ser mejor equipo ni arriesgó más en busca de la victoria pero tuvo el acierto en la única que tuvo clara. Esta supone la tercera derrota del Lucena en lo que va de temporada, todas ellas lejos del Ciudad de Lucena.

El encuentro comenzó a buen ritmo pero muy cerrado, pues ambos equipos malgastaron demasiados minutos en desplegar sus respectivos sistemas defensivos. La primera llegada con cierto peligro fue celeste, en el minuto diez Pepe Díaz lograba controlar un balón a la espalda de la zaga melillense y tras pisar el área local soltaba un buen disparo que sin embargo desvió en el último momento un defensor del Melilla.

El Lucena jugaba tranquilo y cómodo, sin sufrir sobresaltos atrás pero también sin arriesgar lo más mínimo arriba. Las jugadas de estrategia adquirieron entonces una importancia superlativa, pues todos eran conscientes de que el partido podía resolverse por la mínima y en cualquier pequeño detalle. El portero Jose Ramón sacó en largo con potencia, Pepe Díaz prolongó de cabeza e Ismael enganchó con rapidez un buen disparo que obligó a Munir a intervenir con mucho acierto salvando a los suyos del gol. Por su parte, los locales apenas si llegaron a la meta aracelitana con claridad y tan sólo inquietaron en acciones de estrategia, aunque sin peligro verdadero. Así se llegaría al descanso del choque.

A la vuelta en la segunda parte tras el paso por los vestuarios el partido siguió igualado y por parecidos derroteros, con mucha contención de los onces y con la pelota circulando casi siempre en horizontal y casi nunca en vertical. Sin embargo todo cambiaría pasado el minuto diez de juego en la que suponía la primera llegada clara de los locales. Miranda conseguía galopar por el costado y sacaba un buen centro al interior de la cocina que cazó Richi con la testa imponiéndose a todos por alto, el portero lucentino conseguía repeler el remate con apuros pero el rechace le quedó franco a Nacho Aznar, que solo tuvo que empujarla a las redes para abrir el marcador y hacer el que a la postre sería el único tanto del encuentro. El Melilla se adelantaba en el marcador.

El tanto hizo daño al Lucena. El Melilla lo aprovechó para disfrutar más del control ante un rival falto de claridad cuando tenía el balón y que además jugaba contra el reloj. Con todo, los melillenses no arriesgaron lo más mínimo y además el técnico melillense, con los cambios efectuados, dejó bien claro a todos los presentes lo que pasaría, ni más ni menos que no hubo más ocasiones ni llegadas ni acercamientos. El Lucena no pudo revertir la dinámica del choque y su zona de creación no logró imponerse, el resultado fue que no disparó a puerta en todo el segundo periodo.