Ya tocaba. Aunque el Córdoba B seguirá cerrando la tabla, los de José Antonio Romero lograron ayer su primera victoria que, si bien es cierto que aún se mantienen muy necesitados, les da el efecto de moral necesario para soñar con un objetivo que en la matinal del domingo parecía que se podía palpar. Y es que ayer fue una victoria histórica: la primera del filial blanquiverde en la categoría de plata.

El filial, que acudía al duelo con las sufridas bajas de Pedro, Adri, Dani Espejo y Miguelito, amén de la convocatoria con el primer equipo de Sebas Moyano y Juan Guerra, tiró de originalidad para plantear el duelo. Lucena y Campa volvían a los laterales, mientras que Bernardo y Fran González formaban la pareja de centrales. Romero sigue explorando los límites de la polivalencia de Verdú, que ayer jugó de pivote tras a adelantar a Gálvez y dar más consistencia al centro del campo. Junto a Rafa, Mauro volvía a entrar en el equipo, con Mane y José Antonio González. El juvenil es uno de los mejores efectivos con los que cuenta el filial y un firme candidato a subir al primer equipo. Tiempo al tiempo. Ayer intentó una chilena que se marchó rozando el palo. Si le llega a salir... En punta, el jugador de la semana, Mendi. El vasco lo tuvo todo. Marcó ante el Atlético de Madrid, dio el gol de la victoria al B y terminó con una dudosa expulsión.

Comenzó con mucha intensidad el filial, al que le bastó siete minutos para hacer el primero. Mane demostró de nuevo su calidad dejando pasar un balón para habilitar a Mendi y que este batiese sin dificultades al meta visitante. Reaccionó el Ecija, sin Cabezas ni Toscano, y Planta provocó un penalti tras ser derribado ante Fran González. Pero entonces hizo aparición el que se convirtió en el verdadero héroe del partido. Sillero se lució con una gran estirada hacia su derecha para evitar el gol del 9 astigitano desde los once metros. Era la mañana del tercer portero del Córdoba porque pocos minutos después le ganó un mano a mano a Rubén Alonso.

Volvió motivado el B tras el descanso que, nada más saltar al campo, Mane se lució con un bonito eslalon para llegar al área rival y darle un gol a Mendi, que incomprensiblemente la echó fuera. El Ecija necesitaba la victoria casi tanto como el Córdoba B, con lo que el partido se caldeó más de la cuenta. Alvaro Garrido sacó de un empujón a Bernardo del campo en una acción en la que el pequeño de los Cruz se podía haber lastimado de verdad. La acción se saldó con una trifulca que Caucelo Sace empeoró con una muestra indiscriminada de tarjetas en la que el peor parado fue Zafra, expulsado cuando aún estaba calentando por soltar un balonazo.

El filial tuvo que sufrir un par de sustos más en un partido abierto y vistoso para el equipo ganador. Pero Sillero no dio opciones. Hasta seis minutos se prolongó el encuentro y fue, precisamente en el añadido, cuando Mane pudo apaciguar los nervios de la grada matando el partido en una contra, pero se pasó regateando.

Un duelo de los llamados de seis puntos, los tres que suma el filial y los tres que deja de sumar un rival directo, que sirve para devolver la ilusión a los escépticos. ¡Y por fin la primera victoria! La semana que viene espera El Palo para revalidar el cambio de rumbo de los de Romero, un míster que ha devuelto la esperanza a los del B. Ayer, por lo pronto, El Carpio despidió al equipo al grito de "¡sí, se puede!", fruto de que, a veces, el fútbol es precioso.