El Real Madrid ganó 2-1 al Juventus en un encuentro marcado por el empuje de Cristiano Ronaldo, autor de los dos goles madridistas, y por la falta de identidad de los blancos, que no encontraron el rumbo ante un equipo que acusó la expulsión de Chiellini por roja directa en los primeros minutos de la segunda parte. Aquel Real Madrid que sacó un notable ante el Málaga cuatro días antes en la Liga desapareció casi por completo contra el cuadro italiano. Tal vez los cambios de Ancelotti restaron prestaciones a un conjunto al que le cuesta dominar el juego. Parece que la transición del equipo de los contragolpes de Mourinho a un Real Madrid de control va a ser complicada.

Sin Carvajal, Isco y Morata y con Arbeloa, Modric y Benzema sobre el césped, el cuadro madridista perdió la magia del encuentro frente al Málaga. Careció de profundidad y los laterales, sobre todo Arbeloa, apenas llegaron a la línea de fondo. En ese aspecto, se echó de menos a Carvajal. A Isco no demasiado. Ultimamente no anda fino, pero Modric tampoco es el de los primeros partidos de la temporada. Y la lucha de Benzema no es la misma que la de Morata, que pide a gritos un hueco en el once. Ayer, el francés falló una ocasión clamorosa en la segunda parte. Mandó por encima del larguero un balón que sólo tenía que empujar debajo de la portería. Fue sustituido por Gareth Bale nuevamente rodeado de dudas.

Sin el balón y con Pirlo enfrente, el Madrid jugó sin rumbo durante el primer acto. Todo lo contrario que el Juventus, que con su metrónomo todavía con gasolina, dejó sin argumentos futbolísticos al conjunto madridista, que no encontraba la manera de elaborar juego y, por tanto, no crear ocasiones.

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