De forma algo subrepticia, muy discreta, imperceptible, Xavi Hernández expuso ayer su particular definición de lo que es el estilo del equipo: "El Barça es jugar y disfrutar, y si se puede ganar, mucho mejor". Un resumen filosófico que algunos discutirían y que ayudó a marcar las diferencias abismales que separan las ideas y los conceptos que manejan los azulgranas --caso de que sus compañeros, técnicos y aficionados compartan esa tesis-- respecto al Madrid, con el que mantendrán una nueva tanda de duelos. Cabe esperar que menos conflictivos y violentos que otros, pero igualmente cargados de tensión.

"Ello siempre son peligrosos", quiso recordar Xavi para ahuyentar el conato de triunfalismo que se asoma entre los culés ante un Barça pletórico --"nosotros sí pasamos un buen momento, lo tenemos todo para competir bien", aceptó el cerebro azulgrana-- y un Madrid enfrascado en una guerra civil que sufrirá importantes bajas. En ambos capítulos está Iker Casillas, íntimo de Xavi y uno de los reconocidos pacificadores en las trifulcas antiguas. El meta del Madrid no participará en la eliminatoria y deja la portería expedita para que juegue Adán.

"Es un problema para el entrenador del Madrid, porque Iker es el alma del equipo", aseguró Xavi, defendiendo a su amigo, aunque pasando de puntillas por la crisis blanca. Para no inmiscuirse, más que nada, porque está al corriente de lo que se cuece en el Bernabéu. Xavi reconoció que el Barça vive mucho mejor hoy en día, pero también admitió, porque lo ha experimentado en varios precedentes, que la presunta víctima de un clásico puede renacer. Y ese papel lo desempeña el Madrid.

Los dos grandes coinciden, sin embargo, en que la portería les crea el mayor quebradero de cabeza. Casillas ha roto con el Madrid y Valdés ha anunciado la ruptura para junio del 2014, dentro de un año medio, al anunciar que no renovaría. No quiso ni escuchar la oferta. "Debemos considerarlo con el mayor respeto del mundo. Porque se lo ha ganado y se lo merece como persona y como profesional", fue el particular alegato de Xavi hacia "el mejor portero de la historia del Barça". Valdés se reencontrará este domingo con la afición azulgrana tras el anuncio hecho por su asesor y su padre. La lesión de Casillas le abre de par en par las puertas de la titularidad con la selección. Al menos, durante los dos próximos meses.

Cansado y contento al regreso de Málaga, porque "el cuerpo no se cansa de ganar", Xavi conjuga a diario el verbo "disfrutar" al vivir la mejor etapa de la historia del Barça. Y lo seguirá haciendo hasta el 2016 si su cuerpo, que ayer cumplió 33 años, aguanta. El lunes firma la renovación del contrato. El siguiente en acudir al despacho del presidente será Leo Messi. La estrella estaba más seria que Xavi.

En Málaga tuvo que dejar el campo con unas molestias en el aductor derecho que, teóricamente, no deberían impedirle jugar mañana ante Osasuna. Otra cosa es que convenga hacerlo cuando tres días después llega la visita al Bernabéu. Peor suerte corrió Jonathan dos Santos, que en el entrenamiento sufrió un esguince en el tobillo.