Nicolás Almagro tuvo en sus manos la posibilidad de poner fin a la racha negativa de 12 derrotas ante David Ferrer cuando, desde el punto de servicio, con 30-30 y 5-4 a su favor en el tercer set, tenía al fin la posibilidad de ganar a su amigo y acceder, por primera vez a una semifinal de Grand Slam.

Pero, ni en ese momento, ni después, en el cuarto set, en una situación parecida, con 5-4 y con 6-5 a su favor, Almagro pudo conseguirlo y, tras 3 horas y 44 minutos de lucha, una vez más, tuvo que acercarse a la red para felicitar a Ferrer que acabó por llevarse la victoria, la 500 de su carrera profesional, tras remontar dos sets en un duelo épico y ganar por 4-6, 4-6, 7-5 (7-6) y 6-2.

"Ganar ese partido ha sido un milagro. Nico ha tenido muchas oportunidades de vencer, ha sido increíble", admitió el propio Ferrer, mientras Almagro se marchaba de la pista más dolido por la derrota que por los problemas musculares de abductores que tuvo en la última fase del partido. "He perdido una oportunidad única. Estoy decepcionado, aunque no creo que haya sido un problema mental. Tendré que trabajar más para estar preparado ante jugadores del nivel de Ferrer", dijo.

PULSO CON EL NUMERO 1 La victoria de Ferrer le coloca por segunda vez en las semifinales del Abierto de Australia. El alicantino se estrenó en Melbourne en el 2011. Entonces ganó en cuartos a Rafael Nadal, pero después cayó ante Andy Murray. Ahora vuelve a la carga en busca de su primera final de Grand Slam. La misión no va a ser fácil, en la pista central Rod Laver Arena le esperará Novak Djokovic, el número 1 mundial y el vigente campeón del Abierto de Australia que tiene como objetivo conquistar por tercera vez consecutiva el título australiano, algo que nadie ha conseguido en la era Open (desde 1968) y que logró por última vez el australiano Roy Emerson con cinco títulos entre 1963 y 1967.

"Djokovic es el campeón, el número 1 y, evidentemente el favorito" valoraba el propio Ferrer cara al enfrentamiento con el tenista serbio, que ayer se impuso al checo Tomas Berdych por 6-1, 4-6, 6-1 y 6-4 y sumó la 19 victoria consecutiva en el Abierto de Australia, asegurándose además, pase lo que pase en lo que queda de torneo, el número 1 mundial. Djokovic domina 9 a 5 sus enfrentamientos con Ferrer. El año pasado le ganó en las tres ocasiones que jugaron, la última en las semifinales del Abierto de EEUU (2-6, 6-1, 6-4, 6-2).

A pesar de eso Djokovic se mostraba bastante prudente ante la cita. "Ferrer es uno de los tenistas más duros con los que te puedes cruzar", valoró el serbio, que lleva sobre sus piernas el durísimo partido que ganó en octavos a Wawrinka tras cinco horas. "Acabé exhausto, pero estoy completamente recuperado", aseguró ayer feliz .

En féminas, Maria Sharapova y Na Li pasaron a semifinales tras deshacerse, respectivamente, de Ekaterina Makarova (6-2, 6-2) y Agnieska Radwanska (7-5, 6-3).