Alguien mandó parar y, aunque no lo contaron, todo el mundo sabe quiénes fueron los buenos, los líderes, los candidatos al título. El viernes hicimos cuentas: los tres (Sandro Cortese, Marc Márquez y Jorge Lorenzo) podían ser campeones sin ganar una sola carrera más. Y a ello se pusieron. Y si no corren (a tope) los primeros, los segundos, los que quieren los cetros que ellos acarician, vuelan.

Así fue como Motorland vio el 16º triplete español en la historia del Mundial. El cuarto de esta temporada. Y, en la cúspide, ninguno de los líderes, pero sí los segundos. Es decir, Luis Salom (Moto3), que ya es segundo del Mundial de Moto3, Pol Espargaró y Dani Pedrosa. Ellos, felices. Los líderes, locos. Ha empezado la cuenta atrás. Quedan cuatro grandes premios, 100 puntos en juego, y el alemán de KTM le saca 51 puntos al simpático mallorquín, Márquez tiene 48 puntos más que Polyccio y Lorenzo, 33 más que Pedrosa. Demasiado colchón como para no echarse una siesta. Sin dormirse. Así, con los ojos entreabiertos, esperando que nada se mueva.

BRILLANTE SALOM Claro que una cosa es ser segundo como lo fue Cortese en la pequeña cilindrada, o Lorenzo entre los reyes y otra muy distinta, hacerlo como lo hizo el campeón de Cervera en la categoría intermedia. Cortese, que se enteró al llegar a la parrilla de que la centralita electrónica de la Honda de Maverick Viñales había dejado al joven de Roses tirado en la pista cuando daba la vuelta de formación de la parrilla, se mezcló con todos dando la cara.

Y eso que eran 13 buitres en busca de un triunfo o podio que él no precisaba. El, Salom -agresivo y decidido pese a tener la clavícula izquierda casi destrozada-, Zulfahmi Khairuddin, Efren Vázquez, Alex Rins, Miguel Oliveira, Louis Rossi, Romano Fenati, Jonas Folger, Niccolo Antonelli, Danny Kent, Alberto Moncayo y Arthur Sissi. Daban vértigo. Al final, mientras todos se peleaban, se escapó Salom y ganó. Y Cortese, con una mano gracias al poder inmenso de su KTM, acabó segundo.

MAGISTRAL POL Polyccio le tenía ganas a Márquez. Normal. Son enemigos íntimos, ya saben. La lluvia, la falta de tiempo y la calculadora no le permitieron tener una Suter demasiado a su gusto. El pequeño de los Espargaró, que estuvo con Márquez y Andrea Iannone peleando durante toda la carrera, se escapó cuando quiso, a falta de tres o cuatro vueltas, mientras el líder debía jugarse más de una caída con Iannone para conseguir los 20 puntos que quería. No podía sumar menos. El carrerón de Pol fue modélico, velocísimo cuando tuvo que serlo, pillo en el momento oportuno y veterano al final. Un 10. Huele, sí, a campeón... del 2013.

TRIPLETE ASEGURADO Si habían ganado Salom y Espargaró, el triplete número 16 era pan comido. Aquello que empezó en Le Mans-2003 con Dani Pedrosa, Toni Elías y Sete Gibernau tendría su prolongación en el bello tobogán de Motorland. Porque, en efecto, o ganaba Lorenzo o triunfaba Pedrosa. Y lo hizo el hombre de Honda con una mano, con seis segundos de ventaja y porque no quiso más. Todo empezó con la escapada del mallorquín, el catalán llegó luego a su colín y, a falta de 17 vueltas, le hizo un magistral interior Pedrosa a su rival antes de huir con una facilidad insultante.

Ya lo dijo Lorenzo, que lo tenía clarísimo. "Dani Pedrosa ha estado fenomenal, impecable, ha ganado con una gran autoridad. Para mí ha sido un gran premio de trámite. Ya habrá momentos mejores". Pues sí, porque un gran premio menos y él sigue líder, ahora con 33 puntos de ventaja sobre Pedrosa. A Lorenzo (volvemos a las cuentas) le basta un segundo y tres terceros.