Tras la reunión con la Federación Andaluza de Fútbol del pasado miércoles, el Lucena ve la luz. La cumbre celebrada en Antequera, a la que asistieron tanto el presidente de la FAF, Eduardo Herrera, como el vicepresidente, el pozoalbense Pablo Lozano, ha tranquilizado a la junta gestora del club celeste, que confía en la mediación de este órgano para evitar la presentación del aval bancario de 200.000 euros que exige la Federación Española antes del 5 de julio para competir en Segunda B con motivo de las deudas ocasionadas por la directiva de Paco Aceituno.

Herrera, como ya ha hecho en anteriores ocasiones, alabó el trabajo de la gestora y reconoció su mérito tras reducir en 550.000 euros a lo largo de las dos últimas temporadas y con mucho esfuerzo la cantidad que debía a los acreedores. Tras recibir la documentación presentada por los representantes del Lucena Diego del Pino --presidente de la gestora--, Juan Jiménez --portavoz--, Javier Antrás --asesor jurídico-- y José Luis Bergillos --vocal-- tanto Herrera como Lozano creen que es posible la defensa de su gestión al frente de la entidad celeste y opinan que, en ningún caso, se trata de un club que vaya a generar más deuda en un futuro próximo.

Pese a que la Federación Española ha solicitado este aval para evitar que haya clubs en la categoría de bronce que no paguen a sus jugadores y desciendan a mitad de temporada, como ha sucedido recientemente con el Poli Ejido y el Sporting Villanueva, Javier Antrás cree que se estudiará cada caso en concreto y que no será una medida drástica al menos de cara a la próxima temporada.

Mucho más complicado parece que lo tienen clubs como el Puertollano, que debe más de 350.000 euros a su plantilla, el Ceuta, que depende de la subvención municipal para subsistir, o el Badajoz, que ha entrado en proceso de liquidación al no haber llegado a un acuerdo con sus acreedores --entre ellos Seguridad Social y Hacienda-- y está condenado a desaparecer.