No se respira buen ambiente en el seno de la junta directiva del Lucena, que preside Francisco Ramírez Aceituno, porque, a la irregularidad deportiva, se une el tema económico, que es fundamental para llevar a buen puerto el proyecto. A pesar de que se redujo el presupuesto hasta 800.000 euros, es decir, más de 300.000 euros con respecto al ejercicio pasado, las cuentas no cuadran. Por una parte, ha sido un jarro de agua fría para los directivos que tan solo 400 aficionados hayan sacado este año su abono, cuando se esperaba llegar a los 1.000, mientras que en el capítulo de ingresos indirectos la cosa va peor si cabe, puesto que el patrocinador principal, Cajasol, anunció la semana pasada que bajaba de 80.000 a 25.000 euros su ayuda, algo que será difícil de subsanar con otros patrocinadores importantes a estas alturas.

Rafael Rojas, director general del Lucena, asume que la cosa está mal: "Los directivos están encontrando muchas puertas cerradas en Lucena". Por eso, han puesto en marcha una nueva campaña, denominada "Con poco puedes hacer mucho", encaminada a captar pequeños patrocinios entre 50 y 100 euros.

Respecto al pago de las nóminas, reconoce que "hasta ahora hemos llegado a un acuerdo para pagarles el cincuenta por ciento de las nóminas de agosto y septiembre y ahora pretendemos pagar esta semana media mensualidad de octubre con la taquilla del partido ante el San Roque de Lepe".