Un jugador de un deporte de equipo que pierde por 20 puntos no puede estar nunca contento. Esa premisa, seguramente impuesta por Aíto García Reneses, su técnico en el Joventut, la tenía muy clara Rudy Fernández tras su brillante debut en la NBA. Su equipo, el Portland, había caído contra el subcampeón, los Lakers de su amigo Pau Gasol (96-76), pero él había dejado su impronta de excelente jugador, el sello que le llevó a brillar en Badalona y que le ha conducido a la mejor Liga del mundo.

Seguramente ni el propio Rudy se esperaba un estreno tan positivo. El mallorquín no empezó en el quinteto titular, pero se destapó con 16 puntos (incluidos tres triples), dos rebotes y cuatro asistencias. Y aún hubiera hecho más si algún compañero de su equipo con mucho afán de protagonismo (las teóricas estrellas, Roy y Aldridge), le hubieran buscado más.

Competición dura

El partido no tuvo mucha historia. Pau Gasol salió como un ciclón y anotó 11 puntos en el primer periodo, mientras los jugadores de los Blazers intentaban hacer la guerra por su cuenta. Cuando se habían jugado seis minutos y 10 segundos, Nate McMillan, técnico de Portland, dio entrada a Rudy. El exjugador de la Penya falló su primer lanzamiento. Anotó los dos siguientes y ganó confianza para todo el encuentro. Eso sí, su equipo nunca funcionó. Sergio Rodríguez solo jugó cinco minutos y los Lakers dominaron sin ningún apuro.

"Nos han pasado por encima. Hemos ido siempre a remolque", reconocía Rudy, que no acusó los nervios del debut. "Me he sentido muy bien, pero nunca se puede estar satisfecho si tu equipo pierde". El escolta se acordó de su anterior entrenador al comentar su progresión. "Primero hay que formarse en Europa y después venir a la NBA. Es lo que decía Aíto. Yo siempre intentaré dar el máximo en una competición muy dura. Cada partido será una final para mí", explicó.

La juventud del conjunto de Portland puede ser un lastre en una liga tan competitiva como la NBA. Contra los Lakers, principales favoritos para alcanzar el título, fue un problema. En el bando angelino, Kobe Bryant brilló con 23 puntos y 11 rebotes, mientras que Pau volvió a jugar a un gran nivel. "Todo el mundo habla de nosotros. Hemos comenzado con buen pie, pero quedan muchos partidos", aseguró el ala-pívot de Sant Boi, que elogió a su colega Rudy. "Ha estado muy bien, como si llevase muchos años jugando aquí. Ojalá siga en esta línea". La pasada madrugada se estrenó su hermano Marc en el duelo de los Grizzlies ante los Rockets de Yao Ming y Scola.