Ni quieren venganza, ni perdonan, ni olvidan. Sino todo lo contrario. Para los jugadores que aún permanecen en el Huesca de la eliminatoria para el ascenso a Segunda que ganó el Córdoba hace poco menos de año y medio, el partido del próximo sábado es simplemente la oportunidad de cortar una racha de dos derrotas consecutivas.

Camacho, que fuera máximo goleador de su equipo esa temporada, avisaba ayer de que "el ambiente en la ciudad no es ni de revancha ni nada de esas cosas. Aquí había muchas ganas de subir y ya se logró". Como ejemplo, el jugador blaugrana comenta que "El Alcoraz tiene capacidad para unas 5.000 personas y el club ha hecho 4.000 socios, por lo que casi cada domingo el campo se llena". Al ser insistido en si puede haber algún rencor, lo aclara tajante. "Mira, para el Córdoba Huesca es lo que para nosotros es Córdoba, porque allí celebramos el verano pasado nuestro ascenso, así que ellos y nosotros tendremos el mismo buen recuerdo".

Casi el mismo argumento emplea el lateral derecho Robert. "Curiosamente, tuvimos que volver a Córdoba al año siguiente y lo logramos. Solo tuvimos que esperar un año más". Para el defensa oscense, "cada semana se está disfrutando de la posibilidad de vivir un hecho histórico: jugar en Segunda. Y este sábado se volverá a disfrutar. A ver si rompemos la racha de derrotas".

Por si hubiera algún atisbo de duda, el futbolista azulgrana termina lamentando que "en las últimas semanas ha habido una temperatura buenísima aquí, rondando los 20 grados. La pena es que parece que va a hacer bastante frío y a la hora que jugamos hará más aún". Y ambos jugadores coinciden en lo mismo: "Queremos ganar, solo eso".