Mantuvo la compostura. Ni muchas sonrisas, ni tampoco un exceso de malhumor por no haber conseguido en el último momento el tercer título mundial al que aspiraba Fernando Alonso. El asturiano fue prudente y moderado a la hora de hablar de su escudería y de las extrañas circunstancias que se han producido esta temporada en el seno de McLaren. "Lo intenté con todas mis fuerzas, pero no fue posible", reconoció Alonso.

El bicampeón del mundo afirmó que ayer le fue imposible neutralizar el empuje de los Ferrari. "Ha sido una carrera sin duda muy emocionante porque el campeonato estaba en juego entre tres pilotos --dijo--. Después de los problemas de Lewis, la lucha acabó siendo con Kimi, pero no pudo ser. El campeonato no se ha perdido aquí", agregó. "Quiero darle la enhorabuena a Raikkonen, que se lo merece más que nadie. Y también a la afición, que me ha apoyado y me ha hecho sentir el hombre más feliz. Y a los patrocinadores", dijo.