El Comité de Competición de la Federación Española de Fútbol decidió ayer clausurar tres encuentros el estadio Ruiz de Lopera por el botellazo recibido por Juande Ramos, entrenador del Sevilla, que dejó inconsciente al técnico hispalense hasta el punto de tener que ser evacuado del campo en camilla, en el choque de vuelta de cuartos de final de la Copa frente al Betis. Ese hecho motivó la suspensión del encuentro en el minuto 57. El choque se reanudará el 20 de marzo en el campo del Getafe, a puerta cerrada. También se decidió la apertura de sendos expedientes disciplinarios a José León, presidente del Betis, y a José María del Nido, máximo dirigente del Sevilla.

La unanimidad presidió la decisión de los miembros de Competición, que decidieron atenuar una sanción que se apuntaba como ejemplarizante. El comité estudió las alegaciones de ambos clubs, el acta arbitral, los informes policiales y los que se referían a la lesión de Juande Ramos. Los abogados del Betis apelaban a la "ejemplar trayectoria del club en los 100 años de vida".

Medidas cautelares Nada de eso impidió la sanción. Eso sí, el Comité consideró los hechos como "muy graves", lo que conllevaría una sanción de cuatro partidos. Sin embargo, tuvieron en cuenta las medidas cautelares adoptadas, "aunque hayan sido insuficientes". Eso dejó el castigo en tres encuentros de cierre.

La conclusión a la que llegó el comité fue la misma que expuso Juande Ramos nada más salir del hospital el pasado jueves. Según Alfredo Flórez, presidente de Competición, "se ha considerado una falta muy grave porque los incidentes eran totalmente previsibles por la tensión previa que había en el ambiente". En su escrito, el comité habla de "la crispación provocada por la actuación de determinados directivos en los días previos al encuentro".

Esa ha sido la razón por la que el órgano sancionador hizo suya la petición de Antiviolencia de abrir expediente a los presidentes de Betis y Sevilla. Flórez explicó que no se pudo incluir en ese apartado a Manuel Ruiz de Lopera, máximo accionista del Betis, "porque no nos consta que sea directivo". Flórez apuntó que no hubo sanción económica.

Antiviolencia Manuel Castaño, abogado del Betis, anunció que no entiende el cierre y anticipó que recurrirá la sanción. "La falta es grave, no muy grave, y por tanto no entendemos que se deba cerrar nuestro estadio", declaró el letrado del club andaluz. Daniel Alves, por su parte, apuntó que no tiene más remedio que acatar la decisión de Competición. "Si hay que jugar el partido, lo hacemos sin ningún miedo y sin ningún problema", declaró el sevillista a Efe Radio. En la misma línea se manifestó el club a través de su web oficial, en la que adelantó que piensa recurrir hasta las últimas instancias en defensa de sus intereses.

El presidente de Competición explicó que la decisión de que el encuentro se reanude en el minuto 56 en el Coliseum, feudo del Getafe, se debe a que el partido se termine "en un campo neutral para que haya la máxima objetividad ambiental posible". Los 34 minutos se jugarán a puerta cerrado y con 0-1 para el Sevilla tras el tanto de Kanouté. El encuentro de ida, celebrado en el Sánchez Pizjuán, terminó 0-0. Además de la prensa, podrán entrar los representantes de ambos equipos.

La Comisión Antiviolencia se reunió ayer por la mañana con carácter extraordinario y confirmó que la botella que impactó en Juande Ramos era de litro y medio cuando lo máximo permitido es de medio litro. Dicha comisión esperará a recabar más datos de la policía para proponer sanciones al club andaluz y a algunos aficionados. Al igual que Competición, Antiviolencia señaló que las manifestaciones y los comportamientos de los directivos de ambos equipos "han contribuido a incrementar el grado de crispación entre las aficiones rivales". Ayer, desde el Gobierno se le pidió a Antiviolencia que actúe contra los directivos que contribuyeron a encender el derbi con sus declaraciones previas al partido y tras el encuentro de ida de la eliminatoria.