Que el partido de esta tarde en Villanueva de la Serena haya sido catalogado como "trampa", por el mero hecho de la posibilidad de perder o empatar, normal por otra parte en cualquier juego donde se tiene la posibilidad de ello, suena cuanto menos a ensayo de inocentada. Porque enfrente del Córdoba, el líder imparable del grupo con tres victorias consecutivas (ocho ya en casa), estará el penúltimo clasificado, el Villanovense, que sólo ha ganado un partido esta temporada, en su campo, frente al Ecija Balompié. Sólo eso y ocho puntos.

Esta vez, ni tan siquiera la manida excusa de las dimensiones del campo puede servir para no ofrecer la confirmación del estado de gracia, también a domicilio, que empezó hace dos jornadas en Baza. Esta tarde se constatará si fue fruto de la suerte o si fue más por un atasco mental que se prolongó demasiado en el tiempo.

El caso es que el Córdoba llega a Villanueva de la Serena, en Badajoz, con un aire de superior categoría en todos los aspectos: deportivo, social y económico. Y por lógica, sólo un bajón de actitud imperdonable puede dar al traste con una trayectoria que va camino de igualar los récords de los últimos años.

En lo deportivo, Escalante reconoció ayer que únicamente tiene una incógnita en el once: Arteaga. Una vez recuperado Carrión, que superó la prueba del último entrenamiento a puerta cerrada, el técnico blanquiverde duda entre el hábil extremo zurdo y Diego Reyes, quien le ha sustituido en la banda durante su convalecencia. En ataque, donde el trío Javi Moreno, Pineda y Asen pugna por dos plazas, parece que no habrá cambios, dejando al equipo prácticamente igual que el que se ha aupado a la primera plaza en las últimas jornadas.