Iñaki Sáez respira. Ayer se le vio más optimista que nunca. Tomando una cerveza y leyendo la prensa. En su revolución silenciosa ha hecho debutar a 11 internacionales en 12 partidos. Le ha dado la vuelta al calcetín en 14 meses. Y apunta un dato novedoso y científico: Andalucía se ha convertido en el vivero de moda. Que Reyes y Joaquín coincidan juntos no es casualidad.

No juegan en el mismo equipo. Pero lo de Reyes y Joaquín es puro arte...

-- Me alegro por ellos, porque en sus clubes demuestran que están en forma y la selección les brinda la ocasión de crecer y de mostrarse un poco más al mundo. Ayer firmaron un partido soberbio, como el resto.

El fútbol sevillano aprieta. Tristán, Juanito, Marchena, Reyes, Joaquín funcionan. ¿Es un hecho aislado o es el fruto de una política deportiva solvente de esta ciudad?

-- Nada es casualidad. En estos momentos y con sinceridad le digo que la Federación territorial de Andalucía es la que mejor funciona en el proceso de selección. Cuenta con un filtro tan bueno que a nosotros nos facilita mucho el trabajo a la hora de buscar chicos para las selecciones inferiores. Su labor detación es notable y de ello nos aprovechamos. El año pasado Andalucía incluso llegó a organizar un europeo sub´12 en Málaga. Detrás de todos esos futbolistas que están saliendo hay algo más.

Desde la aparición de tipos como Cardeñosa, Gordillo, Francisco, Sevilla ha contado con poca continuidad en la selección a la hora de incorporar a jugadores de arte...

-- Puede ser, pero lo importante es que ahora desde Sevilla salen futbolistas creativos y también defensas con autoridad del calado de Juanito o Marchena, que nos han dado ante Portugal también un buen rendimiento. Y no sólo en Sevilla, en Málaga aparecen ya chavales como Alexis que van subiendo. Creo que Andalucía siempre tuvo infinidad de futbolistas extraordinarios, pero a la hora de la verdad históricamente les ha costado más asomarse a la Primera división. Recuerdo que cuando yo trabajaba en el Athletic de Bilbao, me invitaban a Congresos de la Federación Andaluza para ahondar en el tema. Se trataba de explicar cómo del Athletic salían al final más jugadores a Primera cuando allí manejaban talento y mayor número de chicos.

Reyes y a Joaquín, ¿Qué les falta para adquirir una mayor dimensión?

-- Los dos son impresionantes en el uno contra uno, en el toque, pero en el fútbol lo más importante no es deleitar con una acción individual. Lo verdaderamente interesante es la continuidad, posicionarse en el campo, la madurez.

Ante Portugal, por ejemplo, ¿En qué les corrigió?

-- En algo donde ellos deben reflexionar. La gente, el público normal sólo aprecia el regate, la finta, lo bonito. Y eso lo hacen bien. Pero sin querer, en un momento fundamental del partido, cuando el equipo lo pide, les tengo que rectificar y ordenar que apoyen, que bajen un poco más atrás a echar una mano. Eso es normal. A mí me pasaba. Cuando yo jugaba de extremo, pensaba en que me llegara el balón y en intentar la acción individual.

Cuenta Raúl que disfrutó y mucho en el campo. En el primer tiempo, por supuesto. Y también en el segundo. Dice que no se fue a la ducha, que se sentó en el banquillo, se puso el chándal para ver el baño que le dio España a Portugal...

-- Disfrutó Raúl y todos los que estábamos en el banquillo. Hicimos un gran partido. Son de esas veces que en cuanto los ves salir y tocar el primer balón ya sabes que eso tiene buena pinta. Y ayer nos pasó. El triunfo nos ha dado confianza.

Como los defensas no salen en la foto, es injusto no acordarse del rédito que ofrece Michel Salgado. En el Real Madrid y ahora en la selección. Un futbolista al que usted al principio le costó convocar.

-- Michel se encuentra ahora mismo imparable. Se ha ganado a pulso el puesto. Y no hay quien le saque ya de ahí. Lo ha dado todo desde el primer día que se incorporó al grupo.