Ocupará el lugar de Rafael Mir Jordano

La Real Academia recibe a la primera periodista numeraria

Rosa Luque lee su discurso de ingreso y se convierte en la séptima mujer en ocupar uno de los 34 puestos de la institución cordobesa

Marisol Salcedo y Rosa Luque, académicas numerarias, este jueves, en el acto de la Real Academia.

Marisol Salcedo y Rosa Luque, académicas numerarias, este jueves, en el acto de la Real Academia. / MANUEL MURILLO

Araceli R. Arjona

Araceli R. Arjona

La Real Academia de Ciencias, Bellas Letras y Nobles Artes de Córdoba recibió este jueves oficialmente en calidad de académica numeraria a la periodista Rosa Luque, de larga e intensa trayectoria en Diario CÓRDOBA, donde sigue aportando su impronta como articulista, que a partir de hora ocupará el puesto que dejó vacío a su muerte el abogado y escritor Rafael Mir Jordano. Luque, hasta ahora académica correspondiente, da de esta forma un paso personal, al ocupar uno de los 34 puestos que componen el escalafón más alto de la Real Academia, y un paso en favor de la igualdad, al convertirse en la séptima mujer de la historia que llega a este estatus en Córdoba y la primera periodista numeraria adscrita al puesto (desde 2007, ha sido la primera y única periodista correspondiente). Todo un hito. Emilia Pardo Bazán, periodista y escritora, estuvo cerca pero no llegó a ser numeraria. En 1912, fue elegida académica correspondiente fuera de Córdoba, después de que la Real Academia Española le cerrara las puertas por el hecho de ser mujer. Mantuvo una estrecha relación con la institución cordobesa y, según un estudio de la también académica María José Porro, influyó en la concesión del título de Real, pero al parecer, no llegó a visitar la institución ni a ocupar el puesto de numeraria.

Rosa Luque y José Cosano, durante el acto de este jueves en la Real Academia de Córdoba.

Rosa Luque y José Cosano, durante el acto de este jueves en la Real Academia de Córdoba. / MANUEL MURILLO

Otras académicas numerarias

Antes que Rosa Luque, fueron académicas numerarias otras mujeres de otras profesiones, seis en concreto de las que dos ya fallecieron: María Teresa García Moreno (Madrid 1910-Córdoba 2003), catedrática de piano del Conservatorio Superior Rafael Orozco de Córdoba y concertista, Ana María Vicent (1923-2010) y las que serán sus compañeras María José Porro, Mercedes Valverde, Ana Padilla y Marisol Salcedo.

Periodistas hombres académicos numerarios sí que ha habido casi desde la fundación de la institución. Es el caso de Rafael García Lovera (1825-1913) Ricardo de Montis (1871-1941) o Daniel Aguilera (1877-1955), tres figuras del periodismo local ligados al Diario de Córdoba los dos primeros y al periódico católico El Defensor de Córdoba. Entre los académicos correspondientes actuales, todos adscritos a la sección de Ciencias Morales y Políticas, también hay periodistas como Francisco Solano Márquez, Manuel Fernández, Francisco A. Carrasco, Antonio Gil, Carlos Miraz y Jesús Cabrera.

Rosa Luque es una de las mejores conocedoras de los nombres ligados al periodismo que han pasado por las filas de esta entidad desde sus inicios, ya que ingresó como académica correspondiente con residencia en Córdoba en diciembre de 2007, con un trabajo titulado Periodistas en la Real Academia.

La sesión de ingreso tuvo lugar en un lugar inédito y de gratos recuerdos para la periodista, el IES Góngora, puesto que cursó el Bachillerato y el COU en sus aulas y que fue cedido para la ocasión a la Real Academia, cuya sede está pendiente de una rehabilitación que podría empezar de forma inminente. Rosa Luque dedicó su discurso de ingreso a la faceta literaria de un académico nonagenario, Mariano Aguayo, al que definió como «artista de la palabra». Tras la laudatio a Rafael Mir Jordano, «hombre vehemente aunque con un hondo lirismo de alma que impregnaba todas sus acciones», recordó, entró en faena para ahondar en la no tan reconocida faceta de escritor de Aguayo; no así la de pintor, acuarelista y escultor; y analizar una producción literaria, «con más de veinte libros, entre ellos cuatro novelas extraordinarias, relatos, ensayos y artículos de prensa».

Asistentes al acto de nombramiento de Rosa Luque como académica numeraria de la Real Academia de Córdoba.

Asistentes al acto, entre ellos, Mariano Aguayo (al fondo), a quien Rosa Luque dedicó su discurso. / MANUEL MURILLO

Cuidada pluma

Siempre desde la modestia que define a los grandes, Rosa Luque inició su semblanza «desde la aproximación del periodista a un personaje». Con la cuidada pluma de la que la ya académica numeraria ha hecho siempre gala en sus múltiples entrevistas, columnas y artículos de diverso género, realizó un minucioso retrato de Mariano Aguayo, desde sus orígenes «en una familia de alto copete» a su infancia de estrecheces, sus andanzas en el mundo de las finanzas y su incursión en el de las artes y en la escritura. «Sus inicios literarios se remontan a 1986 aunque la escritura rondaba sus sueños desde mucho antes», apuntó, para referirse a su faceta en la prensa, impregnada siempre del campo, la caza y la Naturaleza, «con artículos costumbristas, llenos de frescura y buen humor, envueltos en fina ironía que nunca llega a ser ácida». Deja para el final «lo mejor de su aportación literaria, las novelas» de las que destacó «la indiscutible calidad de la narración, con una prosa sencilla pero adictiva» que en Querida tía Luisa, su obra más redonda, «lo mismo traza profundos retratos psicológicos que sentimientos y pasiones descritos con elegancia».

La periodista dedicó su intervención a la faceta literaria de Mariano Aguayo Por segunda vez, una numeraria, Marisol Salcedo, contestó a otra en su discurso

Concluida su intervención, tuvo lugar por segunda vez en la historia la respuesta de una académica numeraria a otra (antes ocurrió con Porro y Padilla), en este caso, la de Marisol Salcedo, que se estrenaba en la labor de contestadora, a Rosa Luque. Como no podía ser de otra manera, Salcedo encontró la ligazón gastronómica con el discurso de Luque a propósito de la caza, de la que saltó sin dilación a su espacio preferido, el de las recetas, para dar una clase magistral sobre las mil y una preparaciones y curiosidades ligadas a la carne procedente de la caza. Como colofón, realizó una laudatio a la periodista, «una mujer de vocación prematura» por cuyas manos «ha pasado lo más granado de la sociedad cordobesa, en las letras, historia, ciencias y artes». De esta forma concluyó una sesión presidida de facto o en la memoria por cuatro articulistas de Diario CÓRDOBA: Rosa Luque, Marisol Salcedo, Mariano Aguayo y Rafael Mir. Dicho esto, solo cabe desear larga vida a la Real Academia y al periodismo hecho en Córdoba.