Entrevista | Auxiliadora Toledano Soprano

"Me encantan la frescura, la luz y la vivacidad de Doña Francisquita"

La soprano cordobesa encarnará este fin de semana a la protagonista en el estreno de la zarzuela en el Gran Teatro, un montaje coproducido por el IMAE y el Teatro Villamarta de Jerez

Auxiliadora Toledano, en el salón liceo del Círculo de la Amistad.

Auxiliadora Toledano, en el salón liceo del Círculo de la Amistad. / PEDRO SATURIO

Auxiliadora Toledano se meterá en unos días en la piel de Doña Francisquita, que se estrenará en el Gran Teatro de Córdoba los días 23 y 25 de febrero. La brillante soprano cordobesa, que ya protagonizó esta zarzuela en el año 2008, volverá a encarnar a uno de los personajes más queridos del repertorio lírico, un personaje que a ella le entusiasma. Volcada por completo en los ensayos, que la mantienen en el teatro mañana y tarde, ha hecho un hueco para contar sus impresiones antes del gran estreno.

-Quince años después de su debut con ‘Doña Francisquita’, se enfrenta de nuevo a este papel, ¿cómo lo siente después de este tiempo, qué nota de diferente?

-Doña Francisquita es un rol que me parece fascinante por su riqueza expresiva y por el amplio abanico de recursos actorales y vocales que abarca; lo sigo sintiendo muy mío en cuanto a personaje y expresividad, aunque vocalmente sí noto diferencias porque, con los años, he adquirido una mayor densidad en el registro central y grave. Esto me permite reflejar mejor su dualidad, cantando más ligero en los momentos en los que estoy interpretando un papel ante Don Matías y Fernando para conseguir conquistarlo, y con mayor lirismo cuando expreso mis sentimientos verdaderos de manera más íntima.

-¿Qué significa para usted esta zarzuela?

-Significa muchísimo, al ser el rol protagonista con el que debuté. Esta zarzuela es una obra maestra de nuestro género. Hacer mi debut con ella marcó mi carrera de manera rotunda. La música es preciosa de principio a fin, me encanta por su frescura, luz y vivacidad. Me ha acompañado todos estos años, dándome muchísimas satisfacciones.

-¿Y defender el papel en el Gran Teatro de Córdoba, en su ciudad natal? 

-Pues siento mucha responsabilidad lo primero y mucho respeto, y a la vez emoción porque siempre es muy bonito y especial volver aquí, al ser el primer escenario que pisé en mi vida y en el que tengo tantísima gente querida.

-¿Qué otros personajes han marcado su carrera y guarda con especial cariño?

-Pamina la guardo como un tesoro dentro de mí. Es un rol súper especial, que me proporcionó muchas satisfacciones, al igual que Sophie de Werther, con el que debuté en el Teatro Real y con el que crecí muchísimo como artista. También a Corinna, de Il viaggio a Reims, porque la preparé y debuté con el mayor experto en Rossini, el maestro Alberto Zedda; destacaría especialmente Creúsa de Demofoonte, que me llevó a debutar en Salzburgo, París y Ravenna con el maestro Riccardo Muti, del que aprendí muchísimo pasando meses inolvidables; y por último, Adina de L’Elisir d’amore, porque fue con el que me presenté como protagonista aquí en Córdoba y pude sentir el inmenso cariño del público de mi tierra.

-¿Cómo está viviendo los ensayos?

-Con mucha intensidad y disfrutando mucho. Añadiendo matices muy valiosos al personaje e integrándolos a medida que van avanzando los ensayos gracias a los consejos de nuestros directores Paco López y Miquel Ortega y a la complicidad con mis compañeros. Estoy muy agradecida en todos los sentidos.

-Y por último, ¿qué tal con el resto del elenco y de compañeros?

-Fenomenal, es un reparto magnífico. Algunos de ellos ya eran amigos y habíamos trabajado antes, como Enric Martínez-Castignani, que precisamente fue también Don Matías en mi debut como Francisquita; César San Martín o Sandra Ferrández y otros. Además, ha sido un gran descubrimiento trabajar con Alejandro del Cerro, Manuel de Diego y «mi madre» en la obra, Palmira Ferrer, como Doña Francisca, con los que estoy disfrutando muchísimo. En cuanto a la dirección escénica y musical, estoy aprendiendo mucho de dos grandes maestros como Paco López y Miquel Ortega, con quienes ya había trabajado antes y a quienes admiro. Mi Coro, con el que comencé, y la Orquesta de Córdoba, que siempre me muestran tanto cariño; y el equipo de producción del teatro, ayudantes de dirección, regiduría, técnicos y vestuario, que nos cuidan y miman tanto. ¡Estoy encantada y deseando estrenar ya!

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