reportaje

Juan Vacas Montoro: el maestro de la luz

Se cumple un siglo del nacimiento del fotógrafo cordobés Juan Vacas Montoro

A lo largo de su extensa y fructífera trayectoria se convirtió en uno de los autores andaluces más reconocidos en esta disciplina

En su estudio | Juan Vacas, retratado por su hijo Juan Manuel.

En su estudio | Juan Vacas, retratado por su hijo Juan Manuel. / JUAN MANUEL VACAS

Hasta la llegada de la imagen digital, ser fotógrafo en este país era una actividad muy difícil, y no solo porque no había escuelas donde aprender el oficio, sino porque el conocimiento técnico solo se podía adquirir en áridos libros y, sobre todo, con la práctica. Una tarea en la que cada vez que se apretaba el disparador de la cámara se consumía película, químicos y papel fotográfico, y todo eso costaba bastante dinero. Hijo de este tiempo y de las limitaciones de la España de posguerra fue Juan Vacas Montoro (Jaén 1923--Córdoba 2007). El fotógrafo jiennense, guardia civil de profesión e hijo adoptivo de Córdoba desde 1952, dio sus primeros pasos en la fotografía, como tantos otros aficionados, en el ámbito familiar, donde aspiraba a captar una buena imagen de sus hijos. Una experiencia que estimuló a Juan para mejorar sus conocimientos y conocer más de la magia del cuarto oscuro. En este aprendizaje contó con la ayuda de algunos de los mejores profesionales cordobeses, y además amigos, de su tiempo como Paco Linares, Pepe Jiménez o Antonio Arenas. Son los años de la dictadura en los que Vacas desarrolla una fotografía realista en blanco y negro de corte clásico que intenta dar a conocer en las revistas y en los concursos de su tiempo. 

Con la llegada de la democracia, Juan, junto a José Gálvez, Juan de Toro, Alicia Reguera y otros amigos, crea su querida Afoco en 1981, un club que rompe con la amanerada fotografía franquista y el rancio asociacionismo imperante en la España de la época. Desde aquí, este grupo dinamiza las artes visuales andaluzas en una lucha por dignificar la fotografía de autor en nuestra atrasada comunidad.

Otra de sus obras 8 ‘Rotación del planeta azul’, 1992.

Una de sus obras | ‘Rotación del planeta azul’, 1992. / JUAN VACAS

Pero también ponen en pie propuestas culturales tan innovadoras para la ciudad como la Bienal Internacional de Fotografía de Córdoba, el Premio Mezquita o la sala fotográfica de la Posada del Potro. En estos eventos se darán cita algunos de los mejores creadores de la cámara de todo el mundo. Una experiencia única y enriquecedora para todos los fotógrafos que se acercan a estas exposiciones y que les permite conocer de primera mano las últimas tendencias fotográficas del momento y a sus autores. Además de estos contactos, Vacas fue un creador inquieto y se relacionó con artistas cordobeses de diferentes disciplinas de la talla del pintor Ángel López Obrero, el escritor Juan Bernier o el cantaor El Pele, entre otros muchos. Un contacto que enriquece su universo creativo y que el fotógrafo aprovecha para retratarlos, creando un auténtico panteón visual de los grandes personajes de la cultura y la sociedad de la provincia de las últimas décadas del siglo XX.

Su obra 8 ‘Incrustación’, 1990.

Su obra | ‘Incrustación’, 1990. / JUAN VACAS

En los años 80 y 90, la obra del fotógrafo comienza a ser reconocida en certámenes, concursos y exposiciones por todo el país e incluso en el extranjero, destacando su participación en la muestra de fotografía española que recorre gran parte del continente americano en 1992. Aunque uno de los grandes valores de toda su carrera es la gran revolución creativa que despliega en este periodo con propuestas visuales que van desde la abstracción, al surrealismo o el neoexpresionismo, así como el desarrollo de técnicas tan novedosas en el campo fotográfico como el cliché-verre o el dripping. Juan, a una edad en la que la mayoría de los creadores han agotado su talento, se encuentra en el cenit de su arte y despliega una capacidad de trabajo extraordinaria que amplía con una generosa tarea didáctica entre jóvenes fotógrafos andaluces como José Carlos Nievas o José Julián Ochoa, entre otros, a los que imparte talleres o clases magistrales en los cursos de verano de la Universidad de Córdoba de Fons Mellaria, en los másteres del Instituto de la Juventud de la Junta de Andalucía o simplemente en el laboratorio de su casa, donde recibe a chicos y chicas para mejorar su técnica o para prestarles un libro o una revista especializada. 

Una etapa en la que sus dos ciudades, Córdoba y Jaén, reconocen su valía con exposiciones, libros y numerosos reconocimientos, entre los que destaca el ingreso de Vacas en la Real Academia de Córdoba, convirtiéndose en el primer fotógrafo académico en los más de dos siglos de historia de la institución. Tras casi cinco décadas de dedicación a su gran pasión, Juan fallece el 8 de agosto de 2007 en su amada Córdoba. Hoy, un siglo después de su nacimiento, su legado y su memoria no se han perdido y los podemos encontrar en colecciones y centros culturales de referencia como la Academia de Bellas Artes de San Fernando de Madrid, el MoMA de Nueva York o, en su ciudad, en su querido Archivo Municipal y en la Fundación Botí, donde su obra, más allá del paso del tiempo, continúa viva y al alcance de las nuevas generaciones. 

Suscríbete para seguir leyendo