Volpina: power pop en tiempos de trap

Por qué ignorar los nuevos sonidos y la incidencia de la electrónica para formar una banda con reminiscencias de los Beatles y The Beach Boys, sin ánimo futurista, con la nostalgia retro por bandera. Precisamente por eso. "Somos músicos en la cuarentena y nos resultaba ridículo ponernos a hacer algo que no llevamos dentro". Así lo explica Migue Pérez, (voz y bajo), impulsor de la banda granadina Los Esclavos y quien, tras años instalado en Córdoba, decidió volver a las andadas con un nuevo rumbo musical. El resultado es Volpina, banda de power pop nacida antes de la pandemia a la que pronto se unieron David Paz (guitarra rítmica y coros), Mario Cano (batería) e Ismael Delgado (guitarra solista y coros), quien también tocaba en Los Esclavos. 

El bautismo de la formación viene de la película Amarcord, de Fellini, en la que Volpina es una mujer casi ninfómana, considerada como la loca del pueblo. Porque hay que vivir algo fuera de la norma para confiar en el resurgir de la escena underground cordobesa y contribuir a ello haciendo canciones. "En Granada yo tenía un bar, un grupo y este ambiente lo vivía mucho", recuerda Migue, "pero al llegar a Córdoba casi no había tiendas de discos, ni bares con músicos asiduos y el movimiento que había estaba escondido". Por eso puso en marcha, junto a Sisco Martín, el proyecto El Colectivo, enfocado en impulsar a las bandas locales a través de conciertos y del vinilo recopilatorio Explosión Colectiva Volumen 1, camino de materializarse en una segunda parte, en el que Volpina aparece con el tema Tampoco es para tanto lo nuestro. Este y otros cinco títulos conforman Lecciones de vuelo, el primer EP de la banda tras meses de mimo por las historias cotidianas, de las que evocan tiempos mejores, suspendidos para siempre en los recuerdos. 

Melodías luminosas y guitarras fuertes

Claro que Migue guarda otras letras en el tintero, por lo que la idea es sacar otro EP con seis canciones a finales de verano, ya que "al ser nuestro debut, ir con un disco completo nos parecía algo pretencioso", asegura. El productor y encargado de las mezclas ha sido Julio Sánchez, de Curva Polar, cuya implicación directa ha llevado los temas hasta ese nivel atemporal que buscaban. El resultado son veinticuatro minutos de melodías luminosas y guitarras fuertes, pero sin quitar protagonismo a la voz susurrante de Migue y esos punteos que caminan hacia unos coros evocadores como si, al hacer esa escucha activa, el oyente ya no estuviera solo. También hay lugar para la anécdota, como en Harrison vino a verme, basado en un sueño de Migue en el que el músico beatle se le apareció para que no dejase la música, o una bonita escapada romántica hacia un motel retro en Resort.

Todo bajo la estética de unos pilotos de la Segunda Guerra Mundial que están en pleno aprendizaje de vuelo o de vida, pese a tantos años de tablas en la música. Pero ellos saben que la honestidad artística reside en desaprender y seguir adelante con un compromiso, pese a las inclemencias aéreas. "Mantener la banda siempre es un sacrificio para nostros porque está la familia y nuestros otros trabajos", incide. "Lo difícil es mantenerse unidos, pero logramos disfrutarlo gracias al compromiso".

Lo siguiente es buscar un sello independiente que simpatice con su sonido, para llegar a más almas ávidas de sonidos clásicos. De momento, este sábado tocarán en directo sus temas en el Ambigú de la Axerquía, junto al músico David Donnier, antes del despegue que los llevará de gira por salas y algún festival.

Volpina estará el 7 de julio en Cabra; el 23 de septiembre en el Cala pop de Mijas; el 7 de octubre en jaén y el 21 de octubre en Granada.

Suscríbete para seguir leyendo