Diario Córdoba

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Entrevista Juan Miguel Moreno Calderón Director artístico del Festival de Piano Rafael Orozco

«El nombre de Orozco atrae a grandes pianistas a participar en el festival»

"El concierto que hoy ofrecerá Skolov quedará en la historia musical de la ciudad", indica

Juan Miguel Moreno Calderón lleva 20 años dirigiendo la cita pianística. MANUEL MURILLO

Ilusión, pasión y talento. Estos son los ingredientes que han llevado al Festival de Piano Rafael Orozco a cumplir dos décadas, siempre bajo la dirección artística del pianista Juan Miguel Moreno Calderón, un apasionado de este instrumento que goza de un olfato especial para hallar la calidad y la excelencia de la que siempre han gozado los carteles de esta cita musical dedicada a su admirado Rafael Orozco, lo que también supone un atractivo para los participantes. La edición de este año, que comienza hoy con un concierto de Grigory Sokolov en el Teatro Góngora, da un salto más diversificando espacios con la intención de atraer nuevos públicos, aunque la audiencia de este encuentro musical que llega cada año en noviembre está más que fidelizada.

El Festival de Piano Rafael Orozco cumple 20 años. ¿Cómo surgió este encuentro?

Con ocasión del centenario del Conservatorio Superior, me dirigí a Angelina Costa, que era teniente de alcalde, y le sugerí que sería bonito hacer un festival de piano que recordara a Rafael Orozco, que había fallecido unos años antes. Así surgió.

No ha debido ser fácil mantener esta cita con la música clásica. ¿Con qué problemas se ha ido encontrado?

Fundamentalmente, con el hecho de que cada cuatro años cambia el equipo de Gobierno en el Ayuntamiento, entran personas nuevas y hay que hacerles ver el interés de una convocatoria como ésta, que puede resultar un poco específica, pero que ha ido creciendo desde el principio. Y no todo el mundo es igual de receptivo. Pero, afortunadamente, excepto el año de la pandemia, el festival ha acudido siempre a su cita.

Desde el comienzo han participado artistas que después se han consagrado como grandes figuras del piano, como, por ejemplo, Javier Perianes. ¿Tiene usted un olfato especial?

Perianes, cuando vino al festival, no era la figura que es ahora, y esa situación se ha repetido con otros muchos pianistas. Yo soy pianista y un apasionado del piano, por lo que algo de olfato tengo que tener, si no sería un problema.

Parece que las instituciones están apostando más decididamente por este encuentro en cuanto a la aportación económica.

Siempre he estado muy agradecido a todos los concejales de Cultura que han pasado por el Ayuntamiento porque todos ellos han mantenido el festival y también han querido que yo lo dirigiera. Pero tengo que hacer una mención muy especial hacia el alcalde actual, José María Bellido, y a la concejala de Cultura, Marián Aguilar, porque en este mandato se ha producido un importante incremento del presupuesto, lo que hace que el festival pueda crecer mucho más.

¿También ha notado que el público se siente cada vez más interesado por estos conciertos de piano?

El público ha estado muy fidelizado desde la primera edición, en el año 2002. Todos los conciertos se llenaron y se quedó gente fuera. Recuerdo que con Javier Perianes y Jorge Luis Prat tuvimos que cerrar la puerta, no del auditorio, sino del propio Conservatorio, porque ya no podía entrar más gente. Y así ha sido todos los años, y en eso tiene que ver que el público aprecia una calidad, pero también una coherencia en lo que es el concepto del festival desde el primer momento, que fue pensado como un homenaje al piano y a los pianistas. No hemos tenido ningún otro tipo de ropaje o aditamento, simplemente hemos ido a lo sustancial, que ha sido hacer conciertos de piano que evoquen la figura de Orozco, que se conozca el gran repertorio para este instrumento y sea un homenaje a los pianistas, tanto a los consagrados como a los que están emergiendo.

En alguna ocasión ha dicho que el nombre del festival, Rafael Orozco, atrae a participar a grandes pianistas.

Eso lo ha facilitado mucho porque el nombre de Orozco atrae a grandes pianistas al festival. Cuando yo contacto con ellos, además de que les guste tocar en un festival, el hecho de que lleve el nombre de Orozco, a quien muchos han admirado, es un aliciente y agradecen doblemente poder venir aquí.

¿Ha habido algún pianista que se le ha resistido?

No, los pianistas que no he podido traer ha sido por cuestiones como no poder adaptarse a las fechas o porque las condiciones económicas no lo permitían, pero todas las personas a las que he recurrido han querido venir y se fueron encantadas.

¿Cómo se consigue traer a pianistas de ese nivel con los altos cachés que tienen?

Los primeros años tuve que recurrir a amigos o a amigos de amigos para que comprendieran que esto estaba arrancando y que necesitaba su colaboración, es decir , que vinieran en unas condiciones distintas a las del mercado, más asequibles. Pero, insisto, la mayoría de los artistas lo hacen casi solamente por recordar a Orozco, así que no ha sido una tarea tan difícil. Hay que ser constante, estar pendiente de lo que ocurre en los concursos internacionales, tener amigos y, sobre todo, poner talento y pasión. Un conjunto de cosas que hay que mover con mucho tiempo. Por ejemplo, el cartel del 2023 está ya muy avanzado y todavía no se ha celebrado el del 2022.

¿Qué no podemos perdernos de esta edición?

El concierto de Sokolov, con el que abre el festival hoy, excede lo puramente importante de un festival como este para convertirse en un acontecimiento que quedará en la historia musical de la ciudad. Estamos hablando de uno de los mejores pianistas del mundo y con una personalidad musical sumamente fuerte, muy acusada. De ahí su halo enigmático, que está absolutamente concentrado en su arte y con un sello muy personal e imposible de imitar. También será importante el concierto de Elisabeth Leonskaja, especialmente buena en el repertorio germánico, y tengo mucha ilusión con el concierto de la Mezquita-Catedral, donde intervendrán Josu de Solaun y la Orquesta de Córdoba, dirigida por Carlos Domínguez-Nieto, que interpretarán la versión de piano y orquesta de los Nocturnos de Andalucía, del compositor cordobés Lorenzo Palomo. Creo que las personas a las que les gusta la música clásica saldrán muy satisfechas de todos los conciertos.

Lo que empezó en el salón de actos del Conservatorio Superior ahora tiene otros muchos escenarios. ¿Qué significa esto para el festival?

Lo que se pretende con esto es acercar a más público. Hay un público fidelizado, pero ahora el objetivo es ir al encuentro de más público diversificando los espacios.

¿Qué repercusión tiene esta cita más allá de nuestras fronteras?

En las revistas especializadas siempre se hacen eco porque el prestigio de un festival lo da el plantel de artistas que pasan por él, y el de esta cita habla por sí mismo.

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