Manuel Ángel Mart, vocalista y fundador de la banda cordobesa de rock Estirpe e hijo del cantante de Medina Azahara, Manuel Martínez, falleció la noche del sábado tras sufrir días atrás una nueva recaída en el cáncer que padecía desde el año 2014, informaron a este periódico fuentes cercanas a la familia. Aunque el músico volvió a retomar su actividad musical (en el año 2016 incluso llegó a subirse al escenario de los Cordobeses del Año, de Diario CÓRDOBA, para cantar junto a su padre y la actriz Marisol Membrillo la canción 'Córdoba') y hace sólo un par de semanas publicó una nueva canción, 'A pesar', no logró vencer a la enfermedad, un tumor que le afectaba al aparato digestivo.

El 28 de abril de 2014, Manuel Mart reveló que padecía cáncer y que se estaba sometiendo al tratamiento para combatir la enfermedad. «Llevo un tiempo pensando en hacer un comunicado sobre el estado de mi salud, el motivo, el gran interés que me está mostrando tantísima gente a los que no puedo responder uno por uno. No lo he hecho antes porque ni siquiera yo sabía en que situación estaba realmente, de alguna forma me encontraba bien pero por otro lado sentía cierta incertidumbre de la realidad con respecto a lo que ocurría dentro de mí», decía el comunicado del músico. Ese mismo año produjo el disco de Medina Azahara 'Las puertas del cielo'. Dos años antes, Estirpe había paseado su rock en una gira por América latina.

Tras un parón durante el proceso de cura de la enfermedad, el grupo Estirpe regresó a lo grande como demostró en dos conciertos que dio en la sala Hangar en un mismo fin de semana. Fue el pistoletazo de salida de la gira Frenético Tour 2.0 y casi la presentación en sociedad del álbum Neurasia, que había grabado en el 2013, pero que las circunstancias habían obligado a tener que esperar para ser paseado por todo el país. En 2016 recogió en una edición limitada de 350 vinilos directos con una mezcla de jazz, fuzz y percusión latina que llamó Jam Fuzzion Klan. Era un paso más en el crecimiento de aquel grupo cuyo germen, cuando apenas tenían 17 o 18 años, crearon Manuel Ángel Mart y Javier Estévez. Poco después se unieron José Miguel Panadero, Daniel Puig y Loren Gómez para agruparse bajo el nombre de Estirpe, una banda que nació en 1995 y ahora cumpliría 16 años. Una de las últimas veces que Mart subió a un escenario fue en Hangar, en noviembre de 2017, como invitado de la banda O’Funkillo. Ese mismo año, en enero, Estirpe había anunciado su separación «pese a sentirnos más felices que nunca», según afirmaron en sus redes sociales. Dejaban como legado discos como 'Ídolos de Papel', su primer álbum, publicado en 1997, al que le seguirían otras nueve obras con las discográficas Avispa, La Incubadora, Lengua Armada y Maldito Records. Otros trabajos fueron 'Víctimas del mismo Sol' ‎(2000), 'Ciencia' (2002), 'Inventarse el mundo' (2005), 'El sentido de la calma' (2006), 'Buenos días voluntad' (2009), 'El tiempo, un placer para detener' (2012) y el citado 'Neurasia' (2013).

En primer plano, Manuel Mart con el grupo Estirpe CÓRDOBA

Mart fue un activista prolífico en las campañas para prevenir la enfermedad que padecía. El 4 de febrero de 2016, el músico afirmó «Es mejor prevenir que curar, ya que el cáncer es duro», en apoyo a la presentación de la campaña Tansolo5minutos, una herramienta que puede ayudar a prevenir o al menos mostrar que pueden existir posibles indicios de enfermedad oncológica. 

Hace solo unos días, al anunciar su último trabajo, ya casi póstumo, Tierra y fe, Mart escribió un comunicado en el que relataba que «he estado trabajando muy duro en estos últimos años, para poder llevar a cabo el proyecto musical más personal, íntimo e introspectivo de mi vida y justo en estos momentos, con todo ese trabajo finalizado, me veo en unas circunstancias en las que siento que debo dar el relevo a personas de mi plena confianza para que puedan llevar a la luz el resultado». El texto, que sonaba a carta de despedida, continuaba diciendo que «mi sello, Infarto Producciones, mis hermanos, serán los que afronten todo este proceso con todo el cariño del mundo y bajo mi total y absoluta confianza para hacerlo todo, en cuanto a la comunicación, promoción, edición y futuras publicaciones de lo que deseo presentaros, mi último trabajo, al que he llamado Tierra y Fe». La misiva terminaba con la frase «os quiero mucho. Siempre». Los rockeros, ni los viejos ni los jóvenes, nunca mueren.