El día 27 de septiembre de 2001 se reinauguró el coso de Los Llanos, de Pozoblanco, tras una profunda remodelación. El alcalde de la localidad, Antonio Fernández; el director General de Juegos y Espectáculos de la Junta de Andalucía, José Antonio Soriano; el delegado del Gobierno andaluz, Antonio Márquez, y otras autoridades inauguraron las dependencias del remozado coso. En el acto se descubrieron tres placas, una con la conmemoración de la histórica fecha y las otras dos como homenaje al empresario Diodoro Canorea, muchos años al frente de este coso, y a Cajasur, por costear el alumbrado y el reloj de la plaza.

Cuando se arrastró el último toro en la edición taurina del 2000, la piqueta comenzó a actuar. Se consiguió una plaza de toros moderna, elegante. Aquel 27 de septiembre nada se dejó a la improvisación, incluidos detalles ornamentales como los bustos de Manolete y Paquirri y una gran escultura exterior obra de Aurelio Teno que da un carisma especial a todo el conjunto. Las obras de remodelación, dirigidas por los arquitectos municipales Marta Moreno y Alfonso Herruzo supusieron una inversión de 200 millones de pesetas. Ahora, Los Llanos muestra una nueva fisonomía que respeta, casi al completo, el primitivo graderío, que data de 1912, cuando se levantó esta plaza. La capacidad se aumentó en 1.500 localidades, siendo su aforo total de 5.338 espectadores.

Por la mañana, se reinauguró la plaza y por la tarde se celebró el primer festejo. La terna estaba compuesta por Enrique Ponce (ovación con saludos y palmas), Víctor Puerto (oreja y dos orejas) y Francisco Rivera Ordóñez (silencio y oreja). El ganado fue del hierro de Jaralta. Víctor Puerto cortó la primera oreja en esta nueva etapa de la plaza, y tras conseguir las dos del quinto fue el primer torero que salió hombros por la remozada puerta de El Gallo.