Una nueva gran escultura de la artista afincada en Córdoba Eva Riquelme ha puesto rumbo a Italia para ser expuesta en el Centro histórico de Cosenza-Ciudad del tiempo libre con el objetivo de «hacer justicia» a Donna Brettia, la primera mujer guerrera en la historia del mundo occidental. El encargo ha llegado de la asociación que gestiona este gran museo al aire libre de la ciudad calabresa, cuyo presidente, Franco Felicetti, ha financiado este trabajo, que dona a la ciudad de Cosenza. Se trata de una estatua en bronce de 1,80 metros de altura cuya realización, según señala la autora, «ha sido una guerra contra mi misma», ya que el cliente ha querido que la modelo fuese la propia artista a la edad de 27 años.

Desde hace cinco años, Riquelme no se adentraba en un trabajo de estas dimensiones, después realizar obras gigantescas como la escultura que inmortalizó al Papa Juan Pablo II, de 5,5 metros, ubicada en la plaza de la iglesia de Nuestra Señora Madre de los Padres Circenses de Chicago y cuya réplica en pequeño tamaño se muestra en el Museo Vaticano. Otra de sus grandes obras es un monumental Cristo de cuatro metros de altura, al que bautizó con el nombre de Welcome Christi y luce en el cementerio de la ciudad de Hamilton (Canadá). A estas se une ahora la figura en bronce de esta guerrera, que, armada con espada y escudo, en el año 356 a. C. dirigió a los Bruzi, un pueblo de pastores nómada, para liberarse del yugo de la servidumbre de los romanos, que tildaron a estas gentes de traidores, bandidos callejeros poco fiables y testarudos por no someterse a su poder.

Dos mujeres, dos batallas

«Esta mujer se enfrentó al dominio romano y como castigo su pueblo fue borrado de la historia. Después, tras su conquista, fueron sometidos a los peores trabajos y hasta se les acusa de haber sido los que construyeron la cruz en la que murió Jesucristo, además de maltratarlo», explica Riquelme, que se enfrentó al trabajo sin apenas tener alguna imagen o documentación de esta guerrera.

La ‘Donna Brettia’ de Eva Riquelme. CÓRDOBA

«Me enviaron algunos dibujos de figuras vestidas con pieles de animales, pero con joyas y objetos por los que percibí que fue un pueblo con mucha sabiduría, muy despierto», explica la escultora, que, finalmente, pudo basarse en un cuadro de un artista inglés que mostraba a «una mujer con el pelo largo, muy delgada, sin apenas pecho, con un escudo y una lanza», una fisonomía muy parecida a la de la propia artista, aunque la idea de ponerle su rostro no fue precisamente de ella.

«Hemos visto varias fotos suyas en internet y queremos que sea usted el modelo», le dijeron los que realizaron el encargo, recuerda Riquelme, que asegura que «llegué a pensar que perdería la batalla y rodaría mi cabeza, pero algo sucedió en los últimos momentos del desarrollo de la figura y puedo decir que vencí».

«Esta mujer se tuvo que enfrentar a 600 mercenarios y yo he librado una batalla contra mí misma», continúa la escultora, que asegura que «ha sido mucho más difícil esculpir esta figura que otras mucho mayores porque ha sido una obra psicológica».

«Cada creación es un trabajo interno», continúa la artista, que reconoce que el proceso de trabajo tampoco fue fácil, fundiendo por primera vez una de sus figuras en España, concretamente en la Fundición Marcelo de Sevilla, dirigida «por dos maestros que han hecho un magnífico trabajo. Son dos grandísimos profesionales con los que volveré a colaborar sin dudarlo», señala la escultura, que, cuando se le pregunta si le gustaría que en Córdoba luciera una de sus obras, responde rotunda: «Claro que sí, me encantaría. De hecho, tengo desde hace tiempo una figura de María la gitana, una mujer que siempre estaba en el Bulevar del Gran Capitán y que luchó toda su vida por mantener a su familia».

Y es que Eva Riquelme, que también fue muy popular en su faceta como música y cantante en los años noventa como voz y compositora del mítico grupo cordobés Corazones Estrangulados, piensa que la grandeza de una ciudad «es saber reconocer esas cosas, las pequeñas personas que hacen cosas grandes». La Donna Brettia de Riquelme se situará, probablemente en septiembre, sobre un cubo de piedra blanco en el puente de los Mártires de Cosenza, formando parte del museo al aire libre que abarca toda esta ciudad.