El Teatro Circo y el Hotel El Carmen de Puente Genil vivieron un trajín muy especial durante el pasado fin de semana al ser escenario del rodaje del documental Luis Cernuda, habitante del olvido, que dirige el cineasta madrileño Adolfo Dufour bajo el paraguas de la productora andaluza Atrapasueños, cuyo coordinador es Joaquín Reció, que también es productor ejecutivo de la cinta.

Cuatro músicos del Conservatorio de Lucena, componentes del grupo Crash4Jazz, también han formado parte de este rodaje, para el que se ha escogido el Teatro Circo, un inmueble de 1902, porque se asemeja a «la época dorada de la Generación del 27», señala Dufour, que ha valorado rodar en esta localidad por su vinculación al poeta, al que defendió el Grupo Cántico, del que fue miembro el pontanés Ricardo Molina. Por otro parte, también se han filmado algunas escenas en una habitación del hotel El Carmen, antigua harinera industrial del siglo XIX que fue rehabilitada hace una década. 

«Puente Genil tiene una relación estable con el cine gracias a iniciativas como CortoGenial, que organiza Contracultura», un colectivo que ha propiciado que la productora Atrapasueños se fijara en el municipio, resalta el director. Por su parte, Recio subraya que la filmación «ha sido maravillosa porque Puente Genil es un lugar industrial único y con grandes infraestructuras para el cine». Por otro lado, asegura que «hemos tenido un importante apoyo de la hostelería pontanesa y una gran colaboración pública-privada». «El sentido del documental es descubrir a un Cernuda que habla de sí mismo y en el que se abordan tres aspectos: la mirada hacia los seres humanos, la soledad y el amor», señala Dufour, que explica que en este trabajo colaboran el cantaor Juan Pinilla, que pone voz al poeta, y la actriz Gloria Vega

Adolfo Dufour, claqueta en mano en el Teatro Circo. VIRGINIA REQUENA

Según informa Recio, en la producción colaboran las áreas de Igualdad y Cultura de la Diputación de Córdoba, así como el Ayuntamiento de Puente Genil, que ha cedido los espacios para el rodaje. No obstante, «Córdoba es una provincia muy sensible con el cine», subraya el coordinador de Atrapasueños, que comenzó el rodaje de Luis Cernuda, habitante del olvido en 2019, tras el periplo del director y su equipo en el documental Lo posible y lo necesario (2018), sobre Marcelino Camacho y que tuvo un gran impacto en salas y se ha estrenado en La 2 de TVE y en Amazon Prime Video a nivel mundial.

El estreno de la cinta sobre el poeta sevillano está previsto en 2022, coincidiendo con el 120ª aniversario del nacimiento de Cernuda, aunque «estamos pendientes de la pandemia», apunta Recio. En cuanto a la presencia en el filme de la banda Crash4jazz, que nació en el seno del Conservatorio Profesional de Lucena, con un repertorio abarca desde el blues y el dixieland hasta el be-bop y la bossa-nova, Dufour asegura que «era fundamental mostrar la pasión que Cernuda sentía por el jazz». «Todo ha sido muy fluido y el grupo ha estado vestido para la ocasión con las creaciones del diseñador José Peinado», explica el director.

Un momento del ensayo antes de rodar. VIRGINIA REQUENA

Autorizado por los herederos

La productora andaluza Atrapasueños, fundada en 1999, ha impulsado este documental, que cuenta con la autorización y apoyo de los herederos de Luis Cernuda. El rodaje ha pasado ya por la Residencia de Estudiantes en Madrid y también se ha filmado en la casa natal del poeta, que alberga curiosos objetos que dejó Cernuda antes de partir al exilio. Además de en Puente Genil, otros escenarios andaluces de este documental son las localidades de Guillena (Sevilla), Manilva y Campillos (Málaga), además de las capitales sevillana y malagueña.

En Luis Cernuda, habitante del olvido se reivindica la defensa de este autor por la libertad en su concepción más amplia y humana, así como su valentía y forma de sentir tan especial, que dejaría su impronta en maravillosos versos. Su compromiso político le llevó a experiencias tan importantes e intensas como fue la de combatir en la guerra civil en defensa de la República, un modelo de Estado y, sobre todo, una apuesta por una España nueva que le llevó a ser uno de los activistas de aquellas misiones pedagógicas en tiempos de la Segunda República. Su exilio sigue aún produciendo dolor desde la memoria, lo que también se refleja en el documental.