Es quizá la banda cordobesa más internacional , aunque, como sus componentes reconocen, su mezcla de screamo con post rock no fue muy entendida en Córdoba, mientras que en muchos países de Europa, Japón o México son un grupo muy solicitado. Después de casi nueve años, Ángel, Álvaro, Pedro y Cándido, que hace de portavoz en esta entrevista, han abandonado un poco esos largos y atmosféricos movimientos instrumentales para dar más protagonismo a la letra y a la voz. Y el resultado ha sido Bellavista, un trabajo que ha estado nominado a los premios que otorga la Asociación de Periodistas Musicales como mejor disco del 2020 y en el que el grupo abandona la lírica metafórica y críptica, siendo ahora «más transparentes e inteligibles».

-Por primera vez, dos artistas cordobeses han optado al premio que entrega la Asociación de Periodistas Musicales al mejor disco del año 2020. Ustedes con ‘Bellavista’ y María José Llergo con ‘Sanación’. Todo un hito para la música de Córdoba.

-Si te digo la verdad, yo no conocía el premio. Supimos de él a raíz de que nos etiquetaran en las redes sociales y vimos que tenía un largo recorrido y que lo habían obtenido grandes grupos e intérpretes, por lo que parece que tiene bastante prestigio. No cabe duda de que son buenas noticias. Sinceramente, no le damos mucha importancia a este tipo de cosas. Llevamos tantos años remando, en cierto modo, a contracorriente por el tipo de música que hacemos y dónde nos movemos, que con esta nominación nos hemos sentido un poco como si nos hubiéramos colado en una fiesta a la que no nos han invitado. De todos modos, que reconozcan tu trabajo siempre es agradable.

-¿Tan diferentes se sienten?

-Empezamos haciendo un tipo de música, que hacemos aún, vinculada a un circuito underground que se mueve mucho en espacios autogestionados, aunque con este disco nos hemos metido un poco más en el circuito comercial, que nos es un poco ajeno y en el que parece que la banda se colado.

-¿Ese acercamiento a lo comercial puede ser la clave del éxito de ‘Bellavista’?

-El objetivo de este disco era recoger el fruto sembrado a lo largo de los años de forma más tangible. Es el primer trabajo que hacemos planteando una promoción y un calendario de forma consciente. Sacamos dos singles con vídeo con la intención de que fueran canciones escuchables, con estructura pop, melodía, estribillo… Algo que no habíamos hecho nunca hasta ahora.

-Un gran disco en el peor año para la música en directo. ¿Cómo han vivido la pandemia?

-Desde que el disco salió en marzo, hemos ofrecido dos conciertos y a partir de diciembre teníamos muchas actuaciones cerradas, pero yo me puse enfermo y se han aplazado. La promoción ha funcionado muy bien, pero ha sido una pena porque teníamos una gira por once países.

-¿Temen que la pandemia frene en seco su crecimiento?

-Me gustaría pensar que no, pero, de momento, creo que lo ha hecho. Pero para nosotros no es tan importante ese crecimiento. Creamos la banda para girar, viajar, y descubrir lugares de una forma diferente al turismo convencional. Lo cierto es que está todo parado, hemos cerrado algo para la primavera, pero todo muy esporádico. Y de salir de España, nada.

-¿Este disco ha afianzado vuestras perspectivas como banda tras una época de incertidumbre?

-Hemos notado un crecimiento importante a nivel de medios, pero a nivel económico la situación es bastante precaria. Actualmente, no nos podemos plantear vivir de la banda, quizás cuando vuelvan los conciertos, pero lo vemos bastante difícil.

-¿Es esta cuestión económica la que pudo ocasionar algunas fricciones en el grupo?

-En ese sentido, siempre hemos ido todos a una y con el objeto de que si estuviera a nuestro alcance viviríamos de la música, nos hemos llevado muy bien y las posibles fricciones se han solucionado de forma civilizada. Pero lo cierto es que el grupo nació terminando los estudios universitarios y los primeros años nos pudimos permitir girar mucho y centrarnos en el grupo sin prestarle mucha atención al aspecto económico. Pero cuando empiezas a cumplir años el tema se hace importante y había que readaptar la situación de cada uno en el grupo.

-En este trabajo han vuelto un poco a los sonidos electrónicos, pero también juegan con el flamenco ¿Cómo surgió?

-A pesar de ser de Córdoba, no tenemos un vínculo con el flamenco. Pero en el estudio que siempre hemos grabado, en Girona, el productor nos d¡jo que no había ningún grupo haciendo screamo con flamenco y teníamos que hacerlo nosotros por ser de Córdoba. Hemos decidido experimentar.

-También se acercan a la música urbana. ¿Más por las letras que por la música?

-Sí, la verdad es que yo me he empapado bastante de música urbana y de rap durante la composición del disco. También hay algo a nivel instrumental, pero a nivel lírico la influencia es mayor. Estamos más irónicos, más ácidos y, en general, más transparentes. Antes practicábamos una lírica muy metafórica y un poco críptica y con este disco nos hemos vuelto más trasparentes e inteligibles.

-Son quizá la banda cordobesa más internacional. ¿Cómo lo han conseguido?

-Con mucho tesón y correos electrónicos. Hemos tenido mucha suerte porque la escena en la que nos movemos es tan de nicho, tan especializada y tan pequeña, que nos conocemos todos y es fácil hacer intercambios.

-¿Qué ha significado girar por latitudes como Japón o México consiguiendo adeptos?

-El objetivo profesional quizá no lo hemos conseguido, pero el de viajar sí. Ha sido muy interesante, cada país es muy diferente a nivel de escena. En Japón dimos un concierto en el piso 16 de un rascacielos y se escuchaba el silencio, algo que en España es impensable.

-¿Se sienten valorados en Córdoba?

-Con el tiempo, sí. En Córdoba la escena de este tipo de música es casi inexistente y nosotros llegamos a ella por internet y por frikis. Al principio no se nos entendía, no nos ubicaban y les parecía raro lo que hacíamos. Pero ahora nos sentimos más apreciados.