El premio del Concurso Nacional de Arte Flamenco de Córdoba a la bailaora Florencia Oz demuestra la universalidad de un arte que cruza fronteras y hasta océanos. Aunque está afincada en Sevilla desde el año 2007, Florencia O’Ryan Zúñiga (Santiago de Chile, 1987) empezó a aficionarse al flamenco en su Santiago de Chile natal, donde, según explica a Diario CÓRDOBA en conversación telefónica, empezó en el colegio por su afición a la danza, y esa afición la condujo al flamenco, para el que acudía a una escuela de su barrio. “Hay mucha afición, también fomentada por la colonia española”, indica Florencia Oz, que, desde su mezcla de orígenes (sus apellidos apuntan a lo irlandés, lo vasco y lo extremeño) subraya que “el flamenco es un arte muy poderoso, muy fuerte, un arte de emociones que conecta a todos los seres humanos”. No en vano ha sido declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, cabría añadir.

-Sabe usted cuál de sus bailes ha podido decantar al jurado para la concesión del primer premio?

-¡Qué pregunta más difícil! No sabría responderle.

-Pues dígame con cuál de sus actuaciones se ha sentido más contenta.

--Como había tanto nervio y presión en la semifinal y en la final no puedo recordarlo bien, pero sí puedo decir que fui muy feliz con la bulería, con este baile nos relajamos e improvisamos más, al ser más alegre, menos seria que la caña, por ejemplo.

-¿Qué siente al saberse ganadora del certamen en la modalidad de baile?

--Pues una alegría y una emoción impresionante. Es una gran oportunidad, también una responsabilidad y un impulso para seguir trabajando en el día a día. Una alegría inmensa, pues este reconocimiento no me lo esperaba. A mí lo que me impulsó a presentarme al concurso Nacional de Córdoba fue la preparación y el trabajo que conllevaba, no esperaba obtener el premio.

--¿Es dura la preparación?

-Sí, hay que prepararse mucho para afrontar este concurso. Por eso, ganarlo es para mí un honor impresionante, no tengo palabras.