El Premio de Cante del 22 Concurso Internacional de Arte Flamenco de Córdoba ha correspondido a un cantaor de cierta trayectoria, Francisco Escudero Márques El Perrete (Badajoz, 1992), ya entre este año y el año pasado también ha conseguido cuatro premios del Festival Internacional de Cante de las Minas de La Unión, destacando el primer premio de Tarantas y cantes bajo andaluces, conseguido en la edición del 2018.

-¿Se había presentado ya al Concurso de Córdoba?

-Sí, hace dos años, y las sensaciones fueron muy buenas. Quizá esa primera vez no era tan sonado como ahora, no sé si influirá ser más mediático. Entonces me gustó el formato, así que este año, como me encontraba en forma, me presenté, porque también hay que saber buscar los momentos.

-¿Cómo acudió al concurso? ¿Nervioso, preocupado?

-Fui tranquilo, a cantar lo mejor posible. No esperaba ni ganar… hay muchos compañeros con mucho nivel. Pero siempre viene bien presentarse, por mucha experiencia que se tenga, o aunque se hayan grabado discos (el grabó uno en el 2017, ‘Quiso dios’) un concurso como el de Córdoba abre puertas. Era mi sueño personal, conseguir el mismo reconocimiento que personas a las que admiro, como el maestro Fosforito, Antonio Reyes, Palomar… Le doy a este concurso la importancia del prestigio que tiene. Es una garantía, una aval una carta de presentación muy grande.

-¿Qué puede suponer para usted el premio?

-Ahora puede venir más trabajo, la gente confiará más en mi forma de hacer las cosas. Creo que la vida es larga, puedes estar abajo o arriba, por eso hay que trabajar, hacer las cosas bien.

-¿Qué cree que ha convencido más al jurado de sus actuaciones?

-Quizá tres cantes de los ocho que he interpretado sean los que más hayan podido convencer. Los cantes de Levante de las semifinales creo que pudieron hacer mucho para el pase a la final. Los tangos extremeños también colaboraron. Y la toná campesina, la guajira y los fandangos parece que gustaron mucho al público.

-¿Qué planes tiene de futuro?

-Me gustaría trabajar al mejor nivel, más tranquilo, con la gente que uno admira, y aportar al flamenco todo lo que pueda. Recuperar… no, recuperado está todo, más bien diría que me gusta recordar con mi trabajo a los que lo han hecho bien a lo largo de la historia del flamenco.

-Hay mucha polémica en el flamenco entre tradición e innovación. ¿Usted se ve más tradicional?

-Bueno, esto no hay que verlo de una forma tan radical. Por ejemplo, las tonás campesinas son un cante en desuso que yo he actualizado. Se puede innovar, pero siempre con un orden, intentando ser limpio, pulcro, ser honesto.

-¿Cómo se siente ahora que ha ganado el certamen?

-Siento mucha alegría y muchas ganas de plantear todos mis proyectos.

-¿Vive usted en Badajoz?

-Sí, he vivido fuera, en Madrid y Sevilla, pero la estabilidad de Extremadura es de valorar. Y esto cerca de Córdoba, de Sevilla, de Madrid…Lo importante es no quedarte en casa, estar siempre en contacto, porque la afición del flamenco se mueve.

-¿Qué me dice del jurado y del público del certamen?

-El jurado es de categoría, ahí no hay nada que decir salvo que son personas reconocidas y valoradas por su trayectoria. Y el público de Córdoba siempre me ha gustado. Recuerdo cuando he actuado en las matinales de Córdoba, el público me encanta, es de los que sabe, da los ‘olés’ a tiempo. Estoy muy agradecido a esta oportunidad que me brinda Córdoba, el concurso y la afición.