La Sinagoga recibe un millar de visitas al reabrir las puertas tras su restauración

Un total de 1.255 visitantes acudieron ayer a la Sinagoga de Córdoba, que abría de nuevo sus puertas tras más de diez meses cerradas debido a las obras de conservación y restauración llevadas a cabo por la Consejería de Cultura, cuyo titular, Miguel Ángel Vázquez, celebraba esta reapertura, ya que vuelve a ponerse a disposición de cordobeses y visitantes «un espacio emblemático» que es el segundo más visitado después de la Mezquita Catedral. Las actuaciones llevadas a cabo se notan al entrar en la Sala de Oración, donde se ha hecho una limpieza integral de las yeserías y el muro ha recibido un tratamiento para que no se descascarille la piedra, además de dotar al monumento de un nuevo sistema de ventilación para evitar los problemas de humendad. Otra de las novedades es la mejora realizada en la denominada Casa del Portero, donde se ha restituido la cubierta y se han resuelto los problemas de humedad existentes.

Respecto a las actuaciones en el solar anexo, el consejero ha explicado que allí se va a habilitar una zona de interpretación y de atención al visitante, donde se integrarán los restos arqueológicos hallados en la intervención, ya que los resultados de la investigación han determinado que forman parte de las dependencias anexas al templo. Pero para ello habrá que esperar a una segunda fase que está pendiente de un nuevo proyecto.

También se han sustituido las antiguas instalaciones de suministros y se ha procedido a la adecuación de sus plantas baja y alta para acoger dependencias administrativas y auxiliares. Según señaló el consejero, el coste de la intervención ha rondado los 300.000 euros, haciendo hincapié en que las tareas de recuperación y mejora de la sinagoga han servido para continuar con la investigación sobre el patrimonio, ya que los nuevos restos arqueológicos encontrados van a permitir saber más sobre el pasado de propia sinagoga y de la sociedad cordobesa en la que «vivieron las tres civilizaciones, cristiana, musulmana y judía, en concordia y tolerancia».