Los ritmos de Latinoamérica y El Caribe se funden en la tradición flamenca del grupo español Son de la Frontera , heredero en alguna medida de bandas como Veneno y Pata Negra y que esta semana debuta en Nueva York.

El quinteto actuará el próximo sábado en el Festival Flamenco de Nueva York, donde presentará su recién publicado disco homónimo, que rinde tributo al guitarrista Diego del Gastor (1908-1973), famoso por su mezcla de sonidos latinos con el flamenco tradicional.

Guiados por Raúl Rodríguez en el tres cubano --un instrumento parecido a la guitarra, pero con tres juegos de cuerdas dobles de metal--, Son de la Frontera está integrado por el cantaor Moi de Morón, el percusionista Manuel Flores y dos sobrinos-nietos de Gastor; el guitarrista Paco de Amparo y el bailaor Pepe Torres.

El grupo rescata la tradición de Gastor, un músico visionario de Morón de la Frontera (España), que desveló las herencias moriscas y árabes del flamenco y las mezcló con elementos rítmicos y melódicos de Cuba, Argentina, Colombia y Venezuela.

Gastor residió casi toda su vida en Morón de la Frontera, en la provincia de Sevilla, y al no tener hijos, fueron sus sobrinos-nietos los encargados de extender su legado, no sólo en España, sino también en el resto del mundo. "Somos el primer grupo español que incorpora ampliamente al flamenco el tres cubano", dijo Rodríguez en entrevista telefónica, en la que aseguró que su "maestro" Gastor "tiene montones de seguidores en California, y de hecho su música es más conocida en EEUU que en España". "Es gracias a su familia que su música se ha mantenido viva, ya que no grabó discos y no entró en el circuito musical comercial", explicó Rodríguez.

En su homenaje a Gastor, Son de la Frontera se pasea por la dramática Bulería negra del Gastor y también por soleás como Recuerdo y Como el agua entre las piedras , pasando por híbridos como Arabesco y Tangos de mi Novia .

Según Rodríguez, el disco del grupo no es "una mera reproducción, sino una interpretación respetuosa y creativa del trabajo de Gastor". "El flamenco siempre ha sido una música muy abierta, capaz de digerir otras músicas", afirmó.