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‘Un lugar soleado para gente sombría’, las historias más terroríficas de la escritora argentina Mariana Enríquez

Mariana Enríquez.

Mariana Enríquez. / ALBA VIGARAY

Alberto Monterroso

Alberto Monterroso

Los cuentos de Mariana Enríquez (Buenos Aires, 1973) no son solo una muestra precisa del género del terror. La escritora, periodista y docente argentina no deja pasar la oportunidad para hablar de los vivos antes que de los muertos, con un afán de reivindicación y crítica social de una pureza límpida y sorpresiva. Así, por ejemplo, el primer relato de su último libro, ‘Un lugar soleado para gente sombría’, que lleva por título «Mis muertos tristes», nos va introduciendo paulatinamente en la atmósfera irreal e impactante que vive una mujer que no solo habla con los fantasmas más cercanos sino con aquellos que han muerto en su barrio en diferentes circunstancias, un lugar peligroso, marginado, donde los vivos viven como si estuvieran muertos y los muertos como si estuvieran vivos. Detrás de ese ambiente desquiciante y terrorífico se esconde un miedo más abismal aún: el de una sociedad que no asiste a nadie, que desconfía de todos, que mira para otro lado por cobardía o por egoísmo, dejando inermes a sus vecinos.

Esos muertos se le quejan insistentemente a la protagonista, que, en primera persona, relata el terror que le produce toda la situación, para, de soslayo, reflejar la verdadera intención de la narradora: denunciar un mundo insolidario, lleno de prejuicios e injusticias, indiferente al sufrimiento y la miseria ajenos.

Los cuentos de Mariana Enríquez se han publicado en revistas internacionales como ‘Granta’ o ‘The New Yorker’. ‘Los peligros de fumar en la cama’ y ‘Las cosas que perdimos en el fuego’, la consolidaron como la escritora argentina de terror más conocida actualmente. Anagrama ha publicado sus novelas ‘Bajar es lo peor’ y ‘Nuestra parte de noche’, esta última Premio Herralde de Novela y Premio de la Crítica 2019.

Doce relatos a cuál más sobrecogedor. Como «Los pájaros de la noche», donde las aves que ve la protagonista fueron mujeres cuando vivían: pavorosa metamorfosis en un ambiente onírico de espanto. «La desgracia en la cara» muestra un realismo mágico de corte terrorífico combinado con temas como el abuso del alcohol, el desprecio, las vidas rotas; todo en una atmósfera donde se mezclan los vivos y los muertos como si formaran parte de una misma realidad tangible. «Julie» es una emigrada argentina de origen alemán que vive en Estados Unidos. En su vuelta a casa desmonta los mitos del sueño americano: «es carísima la psiquiatría en Yanquilandia» (pág. 81). Por eso tiene que volver a Argentina, para que le traten la esquizofrenia que le hace ver un amigo invisible, acudir a sesiones de espiritismo y tener sexo con ellos hasta el extremo de no saber si son fantasmas salaces o alucinaciones producto de su locura: «Julie se dejaba amar por los muertos invisibles» (pág. 83). La protagonista que narra el relato en primera persona escapa con ella antes de que la ingresen en una clínica. El final es tan abierto como impredecible. «Metamorfosis» presenta una narración dura, entre lo absurdo y lo sobrecogedor.

«Un lugar soleado para gente sombría» es el relato que da título al libro. En él, una periodista latina en Nueva York quiere escribir un artículo sobre una chica bipolar, muerta en extrañas circunstancias. Su investigación la lleva a conocer gente complicada y a tener experiencias paranormales que provocarán escalofríos en el lector y un final tan sorpresivo como espeluznante. Todos los relatos te sumergen en una atmósfera pavorosa y extraña, absurda y mágica, con la prosa limpia e impactante, aquilatada y sólida de Mariana Enríquez. Desfilan relatos como «Los himnos de las hienas», «Diferentes colores hechos de lágrimas», «La mujer que sufre», «Cementerio de heladeras», «Un artista local» hasta finalizar en «Ojos negros», donde los mendigos se roban la ayuda de las oenegés y se apuñalan sin pudor. Al terminar la jornada aparecen dos chicos, de seis u ocho años de edad, y la protagonista siente que son «el mal», sus ojos vacíos y negros le producen un escalofrío fantasmal que no puede superar. Huye de esos ojos negros que la persiguen: la angustia y el miedo se traslada al texto y nos llega un mensaje de terror desde un lugar sombrío. Volverá a ver a los chicos de los ojos negros en una atmósfera de miedo y terror que la autora dibuja con una prosa que te atenaza, como las pesadillas de nuestros peores sueños.

Los relatos de terror de Mariana Enríquez se desenvuelven en un escenario de crítica a la miseria, a la violencia, a la pobreza, que potencia aún más la atmósfera pavorosa que se respira en cada página y que sin duda hará las delicias de los aficionados a los relatos de terror.

‘Un lugar soleado para gente sombría’

Autora: Mariana Enríquez

Editorial: Anagrama

Barcelona 2024

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