Hay libros que nacen con vocación de permanencia, que, como el buen vino, cuanto más tiempo pase por ellos, mejor «saben». Hay libros que lenta y pausadamente adquieren la categoría de «culto» casi sin percatarse de ello. Ejemplos hay muchos, para qué nombrar alguno si la memoria, frágil en ocasiones, haría que nos olvidáramos de otros, esenciales y hasta pertinentes. Atlas de literatura latinoamericana tiene todos los ingredientes para convertirse en un clásico de las letras. Por sus páginas desfilan escritores ilustres, Nicanor Parra, Manuel Puig, Roberto Bolaño, Alejandra Pizarnik… con otros menos conocidos, Elena Garro, Rafael Cárdenas… en una especie de diccionario que refleja qué leen los escritores de hoy, a la sazón responsables de los textos, qué referentes tienen o qué opinan del viejo canon de sus maestros. Un corpus de microbiografías ilustradas de autores... hombres y mujeres dotados de un talento excepcional a la par que rarezas casi iconoclastas. Cuenta Clara Obligada, a la sazón responsable de la edición de este volumen, que en estas páginas el acto de leer y escribir se trenza y se renuevan…se tensionan, se entrecruzan, anegan los mapas y cartografían un porvenir. Por todo ello, y por el descubrimiento de autores ocultos de la literatura latinoamericana, este volumen se me antoja que, a no tardar mucho, se convertirá, como decíamos en un comienzo, en ejemplar de culto para futuras generaciones de lectores. Y autora de culto es la responsable de esta nueva edición de Noches en el circo. Angela Carter, escritora de volúmenes de sobra conocidos como La cámara sangrienta o Cuentos de hadas, novelista a medio camino entre la literatura fantástica y la gótica o post-gotica, es quien firma esta obra maestra inquietante, arrolladora y provocativa, en donde nos cuenta la vida de Sophie Fevveers, una mujer real con reminiscencias mitológicas. Una artista circense que realiza su trabajo suspendida en el aire a través de sogas, anillas y poleas, en donde emergen sus impresionantes alas que parecen crecer directamente de su medula.

Nos encontramos en el siglo XIX, en un universo mágico de bailarinas, payasos aterradores, mujeres barbudas y equilibristas, en donde una mujer de casi dos metros impresionará a Toulouse Lautrec hasta el punto de que la inmortalizará en uno de sus lienzos. Angela Carter nunca defrauda, heredera de una estirpe de escritores prácticamente desaparecida y hasta olvidada, se mueve entre la fantasía y la realidad en la que para muchos es su novela más ambiciosa. Y es que autores de culto hay muchos. Basta recordar a Virginia Woolf, de quien precisamente se acaba de reeditar Orlando. Virginia Woolf, como tantos otros autores, dedicaría su vida a la búsqueda de un equilibrio interior, entre novelista, lectora y crítica literaria.

Un equilibrio que en muchos casos conseguiría encontrar leyendo a sus colegas, pero que en otros no haría sino ahondar en sus propios miedos y fantasmas. Esta nueva edición de Orlando es una inmejorable ocasión para acercarse a su universo literario.