A lgunas de las ideas del libro Teoría de la biografía, de María Teresa Olmo, las recoge Juan Pablo Fusi, catedrático emérito de Historia Contemporánea de la Universidad Complutense de Madrid en 30 biografías del siglo XX (Ideas y poder), editada por Turner Libros en 2019.

Las grandes tormentas ideológicas han comenzado con las ideas y los grandes hechos históricos del siglo XX con un reflejo de ello. La igualdad, el psicoanálisis, el feminismo, el fascismo, el comunismo, Europa y el euro pésimo o la relatividad son algunos de los temas tratados.

Toda acción histórica requiere siempre, además, algún nivel de organización articulada a través de decisiones y actos individuales, que es objeto de investigación en esta obra. La Historia no es sino la esencia de innumerables biografías. Aparecen, entre otras, personalidades tan fundamentales como Freud, Pankhurst, Trostski, Einstein, Keynes, Monet, Ben-Gurion, Sartre y Simone de Beauvoir, Luther King, Mandela e Isaíah Berlín.

Dada la imposibilidad de reseñar a todos y cada uno de los biografiados por el historiador Fusi, haré una selección de algunos de los más destacados.

Lytton Strachey, del grupo de Blomsbury, ya en 1918 había escrito Ilustres victorianos acerca de personajes eminentes de la época, que eran unas refinadísimas y maliciosas biografías, lo que demuestra el interés de la cultura británica por este tipo de semblanzas. Una de las más celebradas fue la que dedicó a la pionera del feminismo Emmeline Panskhurst, que también aparece en este ensayo (a pesar de las pocas mujeres seleccionadas).

Entre nosotros fue Ortega quien narró las peripecias vitales de Vives, Galileo y Velázquez, entre otros muchos. Consideraba que el ser humano era un ser biográfico, sin naturaleza, con historia. En Meditaciones del Quijote (1914) sostenía que había hombres decididos a no contentarse con la realidad. Uno de ellos era Lawrence de Arabia, que también aparece en este ensayo.

Freud es el primero de la larga lista, que fue biografiado por un colaborador suyo, Ernest Jones. Este psicólogo fue quien cambió para siempre la percepción que tenemos de nosotros mismos.

Presta especial atención a los tres personajes que hicieron la Revolución de Octubre: Lenin, Stalin y Trotski. Del primero señala que carecía de sensibilidad democrática; del segundo habla que era un seminarista al que califica de eminente mediocridad, cruel y despótico. Del tercero destaca su talante totalitario, objeto de una persecución inaudita.

En el lado opuesto, las figuras de Mussolini y Hitler, una brutal amistad. El italiano, un iluminado irracional, poseído, orador de masas y buen conocedor de la psicología de las multitudes. El alemán, en la versión de Kershaw, tenía en su antisemitismo la esencia de su locura y su barbarie.

La mayor parte de este ensayo gira en torno a figuras de la esfera anglosajona. Entre ellos glosa la figura histórica de W. Churchill, que tuvo como objetivo derrotar al nazismo, lo que cambió la historia del mundo. En cambio, prefería a Franco respecto al Frente Popular. Criticaba a Gandhi y defendía el Imperio Británico.

De J.M. Keynes (1883-1946) señala que este célebre economista liberal asumía plenamente la idea de justicia social y del bienestar de las mayorías como responsabilidad del gobierno al servicio de los fines públicos del Estado.

Como español elige a Manuel Azaña, demócrata radical y reformista contra la falsa imagen de él como revolucionario. Considera que los méritos y los errores de la República fueron suyos.

Las biografías recogidas en este libro son en muchos sentidos claves necesarias para explicar y entender el complejo siglo XX. Cada una de sus vidas refleja su personalidad, su capacidad de liderazgo, sus ideas y el contexto en el que se desarrollaron. De manera que cada biografía aspira a ofrecer el hecho histórico, de una manera pura, completa, en su realidad.