‘La izquierda de Hollywood’. Autores: Paul Buhle y Dave Wagner. Editorial: Antonio Machado Libros. Madrid, 2019.

Dos investigadores, dos curiosos, dos estudiosos, Paul Buhle y Dave Wagner, estudiaron la historia oculta del cine sonoro al macarthismo y el resultado de su trabajo lo publicaron en 2002 con el título de Radical Hollywood, edición que nos acaba de llegar, con tanto retraso, en traducción al español titulada La izquierda de Hollywood y el aclarador subtitulo de La historia contada de las películas de la época dorada (Antonio Machado Libros. Madrid, 2019) que se presenta como el primer libro exhaustivo sobre la historia de los progresistas de Hollywood, desde los inicios del cine sonoro, hasta la producción de la década dorada del cine norteamericano en los años 50 del siglo pasado.

Los intelectuales de izquierda que trabajaban para la industria cinematográfica de Hollywood en la primera mitad del siglo XX, guionistas, escritores, correctores, directores, pero también actores o productores, marcaron de forma tan sutil como eficaz la producción profesional y artística del cine, y lo hicieron de un modo inteligente para evitar la acusación de ser comunistas, soviéticos o izquierdistas, acusaciones que procedían de la retórica de la caza de brujas de los comités anticomunistas del Senado norteamericano, que tanta presión produjo en la sociedad política norteamericana.

El estudio no se centra en las películas de corte social o político, como podría suponerse, sino en todos los géneros, el policíaco, los westerns, el cine fantástico e, incluso, en las comedias musicales, el cine familiar, el bélico, de animación y, en particular, del cine negro, pues a todos llegó el talento de los autores progresistas.

El libro, además, estudia las trayectorias profesionales, personales y políticas de los principales profesionales, guionistas, actores, directores etcétera y el impacto que tuvo su trabajo en la época dorada de la industria cinematográfica en EEUU, adornado con detalles biográficos y un rico anecdotario, indaga en los pormenores sobre películas muy conocidas de este periodo, teniéndose en cuenta que el Comité de Actividades Antiamericanas (HUAC por sus siglas en inglés) impulsado por el presidente Truman y por el senador McCarthy, actividades investigadoras que supusieron la expulsión, huida o silencio de numerosos intelectuales que se vieron amenazados por esta política represiva, lo que llevó consigo una parálisis en la producción cinematográfica y un notable descenso del nivel cultural e intelectual de sus producciones. El Comité de McCarthy supuso, sobre cualquier otra cosa, el final de un proyecto de desarrollo cinematográfico y la expulsión del talento sin importar su ideología en concreto.

Esta política represiva afectó a tipos imprescindibles como Dorothy Parker, Dashiel Hammet, Katharine Hepburn o Humphrey Bogart, por citar solamente unos pocos nombres de los centenares incluidos en este estudio, o la historia de los sindicatos de actores que tanta influencia tuvieron en el sector, estudio que maneja una información extraordinaria, en el que se combinan rigor y amenidad.

El libro desentraña el sentido y el significado que se esconde tras títulos tan elocuentes como es el caso de «El enemigo público» (1932) o «Casablanca», «Caballero sin espada», «Historias de Filadelfia», o del cine negro con obras maestras como «El halcón maltés», «La ciudad desnuda» o «El ídolo de barro», hasta «Solo ante el peligro» (1952), en la que se ha querido ver el final del macarthismo. El senador Mccarthy murió cinco años después, en 1957, a causa de una hepatitis, sin llegar a cumplir los 50 años.