‘Castillos en el aire ’ . Autor: José Luis Amaro. Editorial:

Círculo Rojo. Almería, 2016

Si José Luis Amaro fuese americano, quizás se le prestaría algo más de atención a esos momentos intensos que su poética nos regala. Si a ello le añadimos esa otra confluencia de lo europeo, el resultado es una voz propia, inquieta, sin nostalgia ni sumisión, madura. Complace descubrir que el autor, en esa continua indagación en la que se ve inmerso y nos lleva, muestra el paso del tiempo como una experiencia significativa, rentable, y tiene claro cómo abordar el poema, mostrarlo.

No ver. No querer ver. En la primera parte de este libro aún se aprecian los rescoldos del anterior poemario, más que todo en esa concepción de fondo de ceguera -consentida- ante la realidad, esa crisis personal, social, que la voz nos va dejando, trasladada al entorno, esa crítica soterrada al sistema en la que se defiende una cierta moral, pero sin caer en derrotismo ni falsas nostalgias ni moralinas.

Surge, durante todo el proyecto, ese diálogo fluido con esas otras voces tan significativas en la poesía (Pavese, Carver, Eliot, Capote, etc) en una relación de respeto y admiración, pero también en la necesidad de compartir ese espacio de lo poético, de la palabra, en un juego fluido y sugerente. Luego la voz va girando, lentamente, sin perder su esencia, hacia la segunda parte con otro tono algo más elegíaco, más evocador, y aparece el correlato objetivo con más firmeza. Esa impersonalización para mostrarnos un cierto distanciamiento en la mirada. La reminiscencia va por debajo, esa sucesión de imágenes -acumuladas- que tratan de llevarnos hacia una serie de emociones y situaciones, marcando también las distancias, poniendo cada cosa en su sitio.

Quizás el punto más álgido de este itinerario se halle en Fin de viaje, resultado también de toda esa acumulación previa y esa ambientación creada con un tono que, sin perder su esencia, sí va buscando sus propios cauces, dejándonos muestras como ésta: «un poema no va a ninguna parte / si no deja su pisada de lobo en la nieve».

En la última parte, José Luis Amaro rinde tributo al tabaco, en un juego simbólico entre el humo y la existencia, buscando la complicidad del lector, desde el ejercicio de estilo consciente.

El conjunto de esta obra nos deja ante una línea poética que ,si bien se desenvuelve dentro de cierto realismo, mantiene esas otras constantes vitales de lo lúdico y lo constructivo, como parte del mismo todo; pero que además le imprime otro fondo cuando lo invisible se hace visible en el poema, en una invitación constante hacia lo reflexivo, sin perder de vista la existencia como ese castillo que siempre está por habitarse.