La columna, periodismo y literatura en un género plural (Madrid, Comunicación Social, 2012) es el último libro del periodista y profesor cordobés Antonio López Hidalgo y presentarlo en estas páginas, donde suele colaborar desde hace años, no resulta nada difícil: basta con decir que es un libro necesario, que es un libro agradecido y que es un libro, aunque parezca imposible en un ensayo, apasionante.

Es un libro necesario porque en el panorama de los estudios hispánicos en teoría periodística faltan estudios que resulten claros, definitorios y límpidos en la distinción de límites, propiedades y campos de conexión entre los diversos medios de la información y la opinión. La columna ofrece satisfacción a esta necesidad con una distribución capitular excelentemente diseñada. Por esa capacidad de ordenación de las ideas que luce Antonio López Hidalgo, el lector interesado recibirá un repaso de los orígenes e historia del género y un utilísimo apartado dedicado a establecer las diferencias y coincidencias de la columna con el resto de los géneros periodísticos de opinión. Pero el núcleo duro del ensayo se desarrolla entre los capítulos tercero y sexto; allí se encuentra un profundo y agudísimo enfoque sobre las propiedades retóricas de la columna; un atinado examen de las formas en las que el "yo" del periodista se asoma por la escritura opinativa, una propuesta de análisis de la arquitectura de la columna, tan útil para el teórico como para el profesional de los medios y, finalmente, una clasificación tipológica, extraordinariamente bien documentada. El libro se cierra con las consideraciones relativas al paso de la columna periodística de los medios impresos a los audiovisuales y digitales que destaca la versatilidad del género para resultar.

Lopez Hidalgo ha escrito este libro con verdadero afán enciclopédico y por ello resulta agradecido para el lector. Quien se acerca a sus páginas no saldrá decepcionado, pues nada de aquello que advertía el autor respecto a que la finalidad del género es "que el lector busque y encuentre en el columnista un referente en el que hallar respuesta a sus propias preguntas, o bien un espejo en el que cuando se mira se ven reflejados sus propios sentimientos y emociones", queda al margen del minucioso examen del teórico. El manejo de fuentes bibliográficas es completísimo, la articulación de los ejemplos abarca todas las tendencias y figuras que han destacado en el columnismo, desde César González Ruano a Juan José Millás, de Umbral a Cela (y no al revés, como pudiera pensarse por cuestiones de recorrido vital), de Chaves Nogales a Manuel Vicent, Martín Prieto o Arturo Pérez Reverte y la presencia de hilván del siempre magistral Gabriel Carcía Márquez.

Desde luego, que La columna, periodismo y literatura en un género plural resulte una lectura apasionante no es la menor de sus virtudes. Acostumbrados como estamos a que el tedio acompañe demasiado a la escritura ensayística de los últimos años, hay que celebrar aquí que leer este trabajo de López Hidalgo es encontrarse con un texto ágil y a la vez profundo, extraordinariamente documentado, pero discretamente apropiado en la elección de citas; sin miedo de tratar las más delicadas cuestiones retóricas que plantea el género porque es capaz, al mismo tiempo, de mantener un pulso casi narrativo en el examen de la casuística y de los problemas teóricos. Es evidente que quien escribe es profesor y periodista o periodista y profesor, depende del asunto tratado, López Hidalgo privilegia uno u otro enfoque en su discurso; pero es igualmente evidente que el libro le ha nacido de la pasión y no de una obligación académica, por eso insisto como cierre que su lectura es apasionante y tan útil para el estudioso como para el periodista. En cambio para el lector común resultará una lectura rica e inteligente, nada necesitada de conocimientos especializados, tremendamente sugerente, tanto, que me atrevo a decir que el lector de periódicos que no se interesa por el análisis discursivo saldrá de las páginas de La columna mirando el diario con otros ojos y esperando mejores sabores de los que antes ya disfrutaba cuando se disponga a conversar en el silencio del café de la mañana con su columnista favorito.

Ensayo estupendo, sin duda, porque, como dice la RAE a propósito del adjetivo, me parece admirable, asombroso y pasmoso. Estupendo, pues.

'La columna, periodismo y literatura en un género plural. Autor: Antonio López Hidalgo. Edita: Comunicación Social. Madrid, 2012