La calle Cruz Conde es una de las vías principales de la ciudad, uno de los espacios más cotizados y valorados por propios y visitantes y un ejemplo de vía que ha sabido mantener su esencia comercial a lo largo del tiempo.

Su construcción se remonta a los primeros años de la década de los veinte del pasado siglo. Es de la misma etapa de creación de la plaza de Las Tendillas. Como señala la información sobre esta vía de la Gerencia Municipal de Urbanismo, «la apertura de la calle Cruz Conde es la última gran operación de reforma interior del casco histórico. Se realiza sobre un tejido urbano de escaso valor (barrio de Trascastillo) que la apertura de Gran Capitán situó estratégicamente. La intervención comienza en 1925 con la idea de unir el nuevo centro de Las Tendillas con la calle Góngora para descongestionar el tráfico hacia Gran Capitán y la estación. Sin embargo, entre 1925 y 1930 se amplía hasta la calle Cuatro Esquinas (hoy Manuel de Sandoval) y por último hasta la avenida de Canalejas (hoy Ronda de los Tejares)».

¿Pero por qué se construyó esta nueva calle? Porque se hizo necesaria la transformación urbana, la apertura de nuevos viarios y la reorganización de algunos existentes para facilitar la comunicación con la estación de ferrocarril, una infraestructura que había llegado a Córdoba en 1959. Como señaló el periodista Francisco Solano en Diario CÓRDOBA hace ya una década, la apertura de la nueva calle permitió, además, ‘sanear el barrio de Trascastillo, un suburbial dédalo de callejas con mala fama por «vivir en él muchas mujeres de mala conducta, ocasionadas a toda clase de escándalos’, si creemos a don Teodomiro Ramírez de Arellano».

La polémica del nombre

La calle Cruz Conde, llamada así en homenaje al alcalde José Cruz Conde, bajo cuyo mandato se construyó e impulsó, además de las transformaciones urbanas del entorno, ha cambiado de denominación (o al menos lo ha intentado) en diversas ocasiones y en todas ellas la decisión ha ido acompañada de polémica.

El periodista Francisco Expósito, en su libro Vázquez Ocaña. Artículos cordobeses recuerda que en 1930 un grupo de intelectuales cordobeses trataron de destruir el rótulo con el nombre de la calle. Ocurrió tras la muerte de Primo de Rivera, en un período políticamente convulso por el descontento con la dictadura del militar que terminó meses más tarde con la proclamación de la I República. El caso es que el periodista y político baenense Fernando Vázquez Ocaña, «junto con Joaquín García Hidalgo, Antonio Hidalgo Cabrera y Enrique Moreno, rechazaron la rotulación de una calle dedicada al político José Cruz Conde, líder cordobés vinculado a la dictadura de Primo de Rivera». La custión se zanjó con una multa. Otra polémica resurgió casi 90 años más tarde con el cambio de nombre por el de Foro Romano, que recordaba que en esta zona se encontraba parte del foro romano de la ciudad. Pero aquello duró poco y desde 2020 vuelve a denominarse Cruz Conde.

Lo que sí ha durado y se ha consolidado es la peatonalización de esta vía de Córdoba, un proyecto desarrollado por los arquitectos Pedro Caro y Rosa Lara, premiado internacionalmente, que en su momento también tuvo detractores.