La provincia de Córdoba, con excepción del distrito sanitario Sur, que tardó una semana más, consiguió hace ahora justo un mes el pase a la fase 0. Tras año y medio de restricciones sanitarias, Córdoba alcanzaba los niveles óptimos de incidencia acumulada, hospitalizaciones y vacunación para quitarse el corsé, pero no la mascarilla, y empezar a recuperar la ansiada libertad. El 1 de octubre empezó una nueva etapa de «normalidad» en la que el nuevo reto es aprender a convivir con el covid-19 minimizando riesgos. Intentando adelantarse, en la medida de lo posible, al impacto del invierno, en el que todo indica que el coronavirus podría reactivarse, y al fantasma de las nuevas variantes, la última, la delta plus. Esta nueva prima del covid, más contagiosa que las cepas anteriores, empezó a detectarse en Reino Unido, como ocurrió con la delta (a secas) y ya ha aparecido en ciertos puntos de España (que se sepa, ninguno en Andalucía).

Mientras tanto, en Córdoba, en apenas un mes, muchas cosas han vuelto: aforos completos en bares y restaurantes, pubs y discotecas abiertas sin límite de entrada ni horario, acceso a espectáculos culturales y deportivos al 100% de su capacidad... «¡Qué fácil es acostumbrarse a lo bueno y qué difícil a lo malo!», comentaba un hotelero cordobés al ver la recepción de su hostal llena de maletas otra vez. Con el virus a raya, solo las mascarillas, obligatorias en el interior, y las noticias diarias de la evolución de los contagios recuerdan ya los peores meses de la pandemia.

El centro del debate

En solo 31 días, la normalidad se ha impuesto con sus pros (se han vuelto a ver abrazos y besos en las calles) y sus contras (quejas vecinales por ruidos y desalojos por concentraciones nocturnas incumpliendo los mínimos sanitarios). En el centro del debate, para cuándo se quitarán los niños la mascarilla en el recreo y cuándo los trabajadores en las oficinas con distancia de seguridad. Madrid ya dio el paso, pero Andalucía sigue esperando el consenso con las comunidades

El mes de nueva normalidad no ha sido un mes cualquiera. El calendario de Córdoba ha estado marcado por tres puentes festivos (Pilar, San Rafael y Los Santos) que se han vivido a lo grande, poniendo a prueba la protección de la vacuna, con eventos multitudinarios, calles llenas, comercios, bares y hoteles con niveles de ocupación que no se registraban desde el 2019. La confianza en la vacuna, que en la provincia alcanza a más del 90% de la población, ha hecho que los cordobeses vuelvan a hacer planes a largo plazo, lo que ha disparado las reservas para comidas y vacaciones de Navidad.

El proceso de vacunación no solo no ha cesado, sino que se ha afianzado con la aplicación simultánea de la tercera dosis anticovid y la vacuna contra la gripe a los más vulnerables. Pese a todo, el volumen de nuevos infectados ha crecido de una forma casi imperceptible, más lentamente que en cualquier otra fase de la pandemia, hasta llegar a las puertas de este puente de los Santos con un repunte de la incidencia por encima de 50 casos por cien mil habitantes y el salto del riesgo bajo al medio. Nada que temer, de momento. Los hospitales apenas tienen ya pacientes con coronavirus y el 98,5% de los casos confirmados desde que empezó la pesadilla se han recuperado.

Esa es la estampa en Córdoba, pero ¿qué pasa fuera? Aunque la mayor parte de la provincia cumple un mes sin restricciones, Andalucía no consiguió la libertad total hasta el 20 de octubre, hace menos de dos semanas, y en España aún hay varias comunidades (Cataluña, País Vasco, Canarias, Baleares, La Rioja, Galicia y Murcia) con restricciones de aforos y/o de horarios. En Europa, con solo el 63,9% de la población con la pauta completa de vacunación, las infecciones llevan tres semanas aumentando hasta registrar un millón de nuevos casos cada cuatro o cinco días, según las autoridades sanitarias.

Teniendo en cuenta que hablamos de una pandemia global, antes de cantar victoria y dar la batalla por concluida conviene estar atentos a lo que ocurre alrededor, donde el panorama no es tan halagüeño. Esta misma semana, el director general de la Organización Mundial de la Salud, Tedros Adhanom Ghebreyesus, recordaba que el número global de casos y muertes por covid está aumentando ahora por primera vez en dos meses y aseveró que la pandemia está aún lejos de terminar, entre otras cosas, por el desigual acceso a la vacuna. Toca, por tanto, disfrutar de la normalidad sin confiarse demasiado. Por lo que pueda pasar.

7.341 cordobeses más vacunados

De 638.639 a 645.980 cordobeses protegidos con la doble pauta de la vacuna contra el covid-19 en el mes de octubre. El proceso de vacunación continúa sin pausa en la provincia de Córdoba y aunque avanza a menor ritmo porque el volumen de personas ya protegidas es muy elevado, en el último mes se han administrado 39.555 dosis, entre las que se incluyen las terceras dosis que se han aplicado a personas vulnerables.

 De esta forma, ya son 655.194 los cordobeses que tienen al menos una primera dosis de la vacuna contra el coronavirus, 3.979 más que a finales de septiembre. En cuanto a los que han completado la pauta, el número se ha incrementado en 7.341 personas durante el mes pasado, de forma que, según los datos facilitados este domingo por la Consejería de Salud y Familias, 645.980 cordobeses han terminado el proceso con las dos o tres vacunas necesarias o, en su caso, con la vacuna monodosis de Janssen que ahora se quiere completar con una dosis más.

Como es habitual, Salud no ofreció ayer datos sobre la evolución de los contagios, que se actualizarán de nuevo este lunes. Hasta el sábado, en el que se contabilizaron 35 contagios nuevos y un fallecimiento, había 7 personas hospitalizadas en Córdoba por coronavirus, una de ellas en la uci.