Pregón

El Señor revela a José Antonio Luque la Semana Santa de Lucena

El periodista lucentino ofrece un discutso cristiano, cultural e histórico, al cierre de la Cuaresma

Imagen del pregón.

Imagen del pregón. / M. GONZÁLEZ

Manuel González

Manuel González

La Virgen de Araceli, once años después, «avió» en San Mateo a José Antonio Luque para proclamar, desde su corazón cristiano y alma periodística, el pregón de la Semana Santa de Lucena. Un texto, de asombrosa indagación en la intimidad de cada hermandad, y ensamblado desde un Viernes Santo que encaja en su médula «la fe, la penitencia y la devoción».

La entrega del Premio Cofrade Manolo Ramírez a Antonio Nieto del Espino y la Banda de Música de Lucena precedieron y envolvieron un canto, con deliciosas poesías y fluida prosa, desde La Capillita a las sedes canónicas y calles de catequesis pública. «El mejor manijero que hay en Lucena», el Señor, condujo al pregonero, introducido por Miguel Ángel de Abajo, a través de las principales «noticias» del devenir cofradiero, espiritual y santero.

En un pregón para la memoria de su esposa María, engarzó un recorrido, por las efemérides históricas, iniciado en su niñez, cuando «descubrió» a Jesús, y renovado cuando se reencontró con Nuestro Padre en la magna cordobesa.

En el «diálogo» con Jesús Nazareno palpó los «cuatro ritmos» del «corazón» lucentino, desde el propio pueblo, a los santeros, tambores y el torralbo. El «Dios de los abrazos», en las estrofas finales, resucitó para revelar la Fe y la Vida, siempre «con el amor y el respeto» como principios cardinales.