Reportaje

Palacio Ducal de Fernán Núñez: epicentro de la vida local

La fortaleza medieval asentó a la población

El Palacio ocupó en su día toda la plaza

Vista desde la puerta del Consistorio.

Vista desde la puerta del Consistorio. / A.J.GONZÁLEZ

David Jurado

David Jurado

El edificio más emblemático de Fernán Núñez es también el mejor testaferro de la historia del municipio. Aunque la planta que ahora mismo se conserva se mandó construir en 1783, su papel predominante en la villa se remonta a varios siglos antes. El Palacio Ducal se construyó sobre las ruinas de una antigua construcción militar, sobre la que se fue originando el núcleo poblacional. Esa fortaleza, conocida como «el castillo», sufrió graves daños con el terremoto de Lisboa, razón por la cual el conde Carlos José Gutiérrez de los Ríos mandó que se construyese sobre las ruinas del antiguo recinto medieval un palacio inspirado en la fachada del Palacio de las Necesidades de la capital portuguesa, un edificio que conocía bastante bien puesto que era donde se encontraba la embajada española ostentada por el propio conde.

El Palacio Ducal se ha ido desprendiendo con el paso de los años de los pabellones y dependencias anexas que lo componían, quedando en la actualidad de aquel complejo solo la parte noble, que es la de titularidad pública y la que albergará el futuro museo y dependencias municipales. Los edificios que formaban parte del palacio primitivo siguen en pie, conformando la plaza donde se ubica el Ayuntamiento, así como otros inmuebles que en los últimos dos siglos tuvieron diversos usos, desde escuelas, molinos, caballerizas o bodegas.

Un palacio descompuesto

El Palacio Ducal conservado consta de dos plantas. En la primera de ellas estaban las cocinas, las dependencias de la servidumbre o la capilla, que ahora ha sido restaurada y que será uno de los puntos más destacados del futuro museo local. 

Desde esta primera planta se accedía a la primera por una espectacular escalinata blanca jaspeada, que estuvo inicialmente decorada con bustos de origen romano. En esta planta se albergaban las habitaciones de los condes así como salas y salones de gran espacio y belleza arquitectónica.

Lo más destacado del edificio histórico, señalan los expertos sobre este inmueble, son las dos torres que lo coronan, la menor de las cuales está montada sobre el torreón macizo, o torre de Fernán-Núñez de Temes, que dio origen al actual emplazamiento del pueblo.