ANTE LA DECISIÓN DEL ALCALDE DE CESARLOS

Vecinos de Lagunillas y Zamoranos se concentran en Priego por el derecho a elegir a sus pedáneos

El regidor argumenta el cese haciendo alusión a cuestiones «de suma gravedad»

Concentración de los vecinos a las puertas del Ayuntamiento de Priego.

Concentración de los vecinos a las puertas del Ayuntamiento de Priego. / R.C.C.

Rafael Cobo

Rafael Cobo

Cerca de un centenar de personas se concentraban a mediodía de este viernes en la plaza de la Constitución de Priego de Córdoba, secundando el llamamiento realizado por los colectivos vecinales de las aldeas de Lagunillas y Zamoranos, como medida de protesta ante la revocación del nombramiento de los pedáneos de dichos núcleos rurales y su declaración de inelegibles en el proceso que finalizaba el pasado domingo.

Bajo el lema «Por el derecho a elegir a sus pedáneos», la concentración se ha desarrolló en tono pacífico, llamando por ello la atención la presencia de hasta seis agentes de la Policía Local en los accesos e interior del Consistorio y las inmediaciones del lugar en el que tenía lugar el acto reivindicativo, en el que ambos pedáneos cesados, Antonio Llamas y Juan Antonio Almendros, se han dirigido a los presentes demandando, «el derecho a elegir a nuestros representantes, algo que se implantó en Priego hace ya más de 30 años».

En esta línea, han indicado que, «es el pueblo el que tiene que tener un representante que sea de su confianza y no de la confianza del alcalde», recordando que los argumentos esgrimidos por Alcaldía para argumentar el cese de ambos pedáneos, «ha sido la incompatibilidad ideológica y que estamos en contra de la unidad de gobierno», algo que según puntualizaba Almendros, «no está recogido en el reglamento de la elección de pedáneos».

Por su parte, el alcalde prieguense, Juan Ramón Valdivia, en un escrito hecho público en su perfil de la red social Facebook, argumenta los motivos que le llevaron a decretar el cese de ambos pedáneos . Entre ellos, «que han actuado por encima de sus atribuciones», calificando como , «de suma gravedad» situaciones en las que, en caso de haberse producido un accidente, como así ocurrió, el responsable directo, con posibles responsabilidades de tipo penal, era el propio alcalde o el concejal de aldeas. 

Igualmente, Valdivia señala que se ha suplantado el papel del alcalde o el concejal en la aldea, «privándonos de conocer el problema y, por tanto, de poder alcanzar una solución».