ACUERDO DEL CONSEJO DE GOBIERNO

La Junta destina 11,1 millones para obras de mejora del abastecimiento desde la presa de La Colada

Tienen un plazo de ejecución de 12 meses y tres más de prueba

Emproacsa confía en que caigan 300 litros en un mes para facilitar el tratamiento del agua

Imagen de las instalaciones de bombero provisional montadas en La Colada.

Imagen de las instalaciones de bombero provisional montadas en La Colada. / Rafa Sánchez

Rafael Valenzuela

Rafael Valenzuela

El Consejo de Gobierno de la Junta ha aprobado este martes una inversión de algo más de 11,1 millones para la puesta en marcha de las obras de la conducción de abastecimiento desde el embalse de La Colada, en el norte de la provincia de Córdoba, que cuentan con un plazo de ejecución de 12 meses, a los que se sumarán tres meses más de pruebas para que entre en funcionamiento.

Esta actuación, declarada de interés de la comunidad autónoma el 16 de junio de 2020, beneficia a los aproximadamente 73.000 habitantes de los municipios de Añora, Belalcázar, Bélmez, Los BlázquezCardeñaConquistaDos TorresEspielFuente La LanchaFuente ObejunaLa GranjuelaEl GuijoHinojosa del DuquePedrochePeñarroya-PueblonuevoPozoblancoSanta EufemiaTorrecampoValsequilloVillanueva de CórdobaVillanueva del DuqueVillanueva del ReyVillaralto y El Viso.

Según ha informado la Junta en una nota, se trata de una nueva obra del Gobierno andaluz para mejorar el abastecimiento de los vecinos de las comarcas cordobesas de Los Pedroches y el Valle del Alto Guadiato.

Por otro lado, el Consejo de Gobierno ha tomado conocimiento del informe sobre la evolución de la situación hidrológica de Andalucía, que señala un aumento de 55 hm3 (+0,46%) del agua embalsada en la comunidad autónoma hasta los 2.350 hm3, lo que supone el 19,64% de la capacidad total (11.966 hm3). Comparada con la situación de hace un año en estas mismas fechas, se registran 401 hm3 menos que entonces.

Sin agua del grifo

Mientras se ejecutan estos trabajos, los vecinos del norte continúan sin poder consumir agua de los grifos, que es el principal problema con el que se ha encontrado el actual equipo de gobierno del PP en la Diputación, responsable de la gestión, que espera poder tener las primeras soluciones a la calidad del agua en seis meses. Mientras tanto, las esperanzas están puestas en la lluvia, pues es la única manera de que se regeneren de manera natural los recursos.

Pero las lluvias caídas el pasado fin de semana han aliviado poco la situación, pues según ha informado a este periódico Gabriel Benítez, jefe de Servicio de Producción de Potables y Redes de la Zona Norte en Emproacsa, en la zona solo han caído hasta ahora 85 litros por metro cuadrado y para que se pudiera empezar a pensar en una mejoría de la calidad del agua serían necesarios unos 300 litros en un plazo corto, es decir, de un mes aproximadamente. Con esa cantidad, explica el técnico, se podría ver la situación y los sistemas de tratamiento con mayores expectativas de éxito. Por el momento, insiste Benítez, eso no ha ocurrido, pues las escorrentías son mínimas porque la tierra estaba muy falta de agua.

Por ello, en estos momentos se está trabajando en la mejora de la potabilizadora de agua de Sierra Boyera, una obra sobre la que, según ha indicado Gabriel Benítez, ya se ha empezado a redactar la memoria valorada del proyecto, que ya ha sido licitada, en la que se incluye una descripción exhaustiva de lo que se va a hacer y los aspectos económicos de la misma.

Antes de que esta planta se ponga en marcha se han de desarrollar las cuatro líneas previstas en la hoja de ruta. La primera, la instalación de sistemas de ultrasonido para la eliminación de algas en La Colada; la segunda, la dosificación del dióxido de carbono en el depósito del Cuartanero para eliminar restos coloidales por medio de la oxidación. 

La tercera línea de actuación se refiere a la eliminación de los elementos sólidos en suspensión (las algas que se mantengan en la superficie) y, por último, es necesario cubrir todos los elementos arquitectónicos de la planta de Sierra Boyera, para evitar una nueva proliferación de algas, porque una de las condiciones favorables para la extensión de las mismas es la luz solar. Al tapar los espacios donde han venido proliferando, se impediría su desarrollo.