TRADICIONES POPULARES

El barrio de la Villa de Cabra recupera por vigésima vez su pasado medieval

Durante todo el fin de semana se han sucedido distintas actividades | El evento registra gran afluencia de público pese al mal tiempo

Algunos de los tenderetes del mercado medieval.

Algunos de los tenderetes del mercado medieval. / JOSE MORENO

José Moreno

José Moreno

Cabra vive este fin de semana intensamente su medievo con las fiestas de su barrio histórico, la Villa. Lo hace durante todo el fin de semana a pesar de algunos momentos en los que la lluvia se ha hecho presente. Pese al mal tiempo, los egabrenses y otros visitantes no se han querido perder este viaje en el tiempo, que ha contado con un amplio programa de actividades que ha estado organizado por la asociación de vecinos San Rodrigo con la colaboración del Ayuntamiento.  

Durante estas fiestas, que en esta ocasión han llegado a su vigésima edición tras el paréntesis de la pandemia provocada por el covid, no ha faltado la presencia del mercado de artesanía y de productos agroalimentarios con un buen número de tenderetes, junto a una serie de actividades que han ido desde un espectáculo acrobático de un cubo aéreo y un pasacalles a la presentación de su reina y damas pasando por exhibiciones de acrobacia, juegos infantiles, actuaciones de baile y musicales, destacando, entre otras, el concierto de la banda de heavy metal y folk metal Reino de Hades.

Entrada al histórico barrio de la Villa.

Entrada al histórico barrio de la Villa. / JOSE MORENO

El espíritu medieval se ha hecho más patente mediante una serie de visitas guiadas y teatralizadas al castillo de los condes de Cabra a cargo del colectivo cultural Argamasa para conocer la historia atesorada durante siglos entre sus muros, en el mismo núcleo primitivo de la ciudad, colindante con la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción y Ángeles y el recinto amurallado de todo un barrio, que intensamente ha sido recuperado y restaurado tras años de trabajos. En aquella etapa histórica este recinto amurallado se presentaba como el principal elemento defensivo de la localidad ante las continuas incursiones de los ejércitos, como ocurrió en la denominada batalla de Cabra, que tuvo lugar en el año 1079. 

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